El káiser español de la parrilla virtual

SOCIEDAD

Pablo López

El cambadés Pablo «GoPro» López se ha convertido en una estrella de los simuladores de carreras, un mundo a medio camino entre el videojuego y el automovilismo real

02 dic 2016 . Actualizado a las 12:48 h.

La revolución de la era tecnológica hace cada vez más difícil discernir cuál es el mundo en el que nos toca vivir de verdad. El virtual, o ese que todavía llamamos real. Claro que a estas alturas quizás no hagamos más que movernos ya entre dos dimensiones sin fronteras. Como sucede en el simracing. Los simuladores de carreras, que desde hace años cabalgan entre su condición de segmento del mercado de los videojuegos y la de plataforma de formación, despegue y apoyo de pilotos de todo tipo de modalidades del automovilismo sobre tierra y asfalto. Empezando por la fórmula 1. Y en este entorno Galicia cuenta con el más grande en la parrilla on-line de España y uno de los nombres reconocidos en el panorama internacional de los circuitos de bits del iRacing. Pablo GoPro López, cambadés afincado en Santiago nacido en 1987, destaca en lo que él define como el mayor mundo de realidad virtual en la materia. 

Hay más de 70.000 usuarios del iRacing repartidos por los cinco continentes, y socios colaboradores entre las grandes series mundiales, como la Nascar o la Indycar, y fabricantes del nivel de McLaren o Williams. Con carreras altamente competitivas a cualquier hora del día, grandes circuitos replicados, la opción de generar series privadas, eventos especiales en el mundo real, una amplia escala de niveles de competición, Y normas igual de estrictas que las de los campeonatos físicos, lo que atrae a «xente máis madura» que la que suele asociarse a los videojuegos, apunta López.

Noveno en el Campeonato del Mundo 2012 de iRacing, Pablo peleó dos semanas atrás en una de esas experiencias asociadas en el mundo real. La Mazda Road to 24 Shootout. En el circuito NOLA Motorsport Park de Nueva Orleans. Con siete destacados pilotos de automovilismo de las grandes series estadounidenses y él como único piloto virtual, en pos de una beca de 100.000 dólares para competir la próxima temporada en el Campeonato de Mazda MX5 de los EE.UU. El cambadés rodó las 16 primeras vueltas de su vida en un circuito real de velocidad, y aunque no ganó, recibió los elogios de los jueces.

Para llegar ahí se tuvo que imponer en un proceso de selección mundial. No solo con su habilidad a los mandos de su volante virtual, sino también con un currículo y un plan de márketing en el que «tiña que venderme coma piloto de éxito, explicar como faría para atraer patrocinadores cos que cubrir os custes da competición», comenta el arousano.

Que haya sido uno de los pioneros en retransmitir sus propias carreras con una cámara GoPro -de ahí su mote- tuvo que darle a López muchos puntos en su elección. Que haya competido en un equipo con pilotos de medio mundo como el Radicals Online inglés, y que hoy lo haga por la mayor escudería de España, Ibérica Racing Team, también debió de sumar.

«Gustábanme moito os coches desde pequeno, e como non tiña diñeiro para competir, comecei a buscar no mundo virtual», dice quien descubre en sí mismo el rasgo más común en el perfil del piloto de simracing. Iniciado en el LFS en el 2008, un año después descubrió el iRacing. A los dos años ganó su primer campeonato, el Prototype Challange Series en la categoría Radical SR8. Top Ten en las ProSeries del 2011, en el 2012 fue noveno del Mundial y en el 2013 ganó su presencia en la GT Academy, evento real de gran turismo de PlayStation

López (@GoProLopez en Twitter) ha hecho de la programación web su modo de ganarse la vida mientras no alcance a hacerlo con su pasión. Con un vehículo de unos 4.000 euros -un ordenador y un volante de 200 bastarían para arrancar en el simracing, comenta- además del pilotaje, López se dedica a la venta on-line de hardware, y al entreno virtual de conductores reales de competición. «Din que son unha promesa do motor. Só me falta a oportunidade para facer o que fan os pilotos no mundo real». Y si, «sendo realistas, na F-1 xa é imposible», el sueño de Pablo es correr la FIA WEC, el Campeonato del Mundo de Resistencia, y volar en las 24 Horas de Le Mans.