Un año sí y uno no. Esa parece ser la tónica en los altibajos de ventas de juguetes electrónicos. El primer año que se lanza una consola apenas hay unidades y obtenerla es el privilegio de unos pocos; al diciembre siguiente se convierte en producto de éxito y ya son cientos, miles, los objetos que se venden. Este año ha pasado así con la Wii, la consola de Nintendo que ha revolucionado, al menos en teoría, el ocio del salón familiar.
A pesar de que no es nada barata (ninguna lo es y esta ronda los 250 euros), la Wii está agotada en los principales centros comerciales de Galicia y hasta en algunas tiendas de Internet se ha colgado el letrero de «sin existencias» hasta el 7 de enero. La desaparición de la consola tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando abrieron las grandes superficies y los ciudadanos acababan de cobrar su paga extra de diciembre. Si el viernes día 14 había consolas de sobra en todos los comercios, el domingo 16 no quedaba ninguna.
Y eso la consola sencilla, porque los packs que incluían ofertas (mando extra o más juegos) volaron ya en noviembre. Lo mismo ocurrió con algunos complementos, como el mando, ya que se necesitan tantos como jugadores y la Wii es una consola para disfrutar en grupo. El mando de la consola está agotado desde noviembre en toda España. La empresa planea lanzarlo próximamente en un pack con un juego.
Entrenamiento mental
De la mano de la Wii parecen haber resucitado las otras consolas: la PS3, que nació este año sin mucho éxito, o las consolas de mano para niños y mayores. Estos parecen ser la nueva clientela de las grandes firmas del sector. Nintendo, de hecho, los ha convertido en el objeto más mimado de su campaña navideña (la firma ha retirado publicidad de la Wii porque no tiene existencias para cubrir huecos y se ha volcado con sus DS), y es difícil dar dos pasos sin encontrarse o sin oír un anuncio sobre las ventajas del entrenamiento del cerebro.
Guitarrista de salón
Si los mayores suspiran por los test de inteligencia de Nintendo, tampoco le hacen ascos al videojuego del año: el Guitar Hero III (sobre 80 euros), que se vende en versiones para la PlayStation, la XBox y la Wii. Funciona de una forma sencilla: incluye una guitarra de plástico con unos pocos botones que el jugador debe accionar según le indican en la pantalla; allí se está celebrando un concierto con él como protagonista y si desentona demasiado el exigente público lo abucheará. En casos dramáticos el juego se niega a continuar.
Los precios
En lo que respecta a los videojuegos y accesorios para consolas, así como estas mismas, los precios se mantienen estables, cuando no bajan. Por ejemplo, las DS (portátiles de Nintendo) cuestan unos diez euros menos que el año pasado, casi todas traen juegos como complemento y rondan los 170 euros; la PSP (portátil de PlayStation) está sobre los 200; la XBox incluso ha bajado de precio (50 euros, ahora cuesta 350) y la Wii no cuesta ni un euro más que el año pasado, cuando salió, flamante, al mercado.