Joaquín García de Dios, exdirector de los Jesuitas y del colegio Santa María del Mar de A Coruña, falleció el pasado día 15 en Salamanca
27 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Es difícil resumir en unas cuantas líneas lo que significó para mí y para tanta gente Joaquín García de Dios, un hombre muy sabio que abarcó distintos campos: teólogo, humanista, pedagogo, músico… Pero fundamentalmente un maestro con mayúsculas, un maestro de la vida. Alguien capaz de leerte por dentro, de comprenderte y de ayudarte a buscar respuestas. Tenía una inteligencia brillante y era un músico excepcional. Sus discos Pasito a pasito, El Caracol y Anainas han dejado una huella indeleble en generaciones de niños. Unas canciones que son auténtica filosofía de vida, que llegan a lo más hondo del corazón y las puedes escuchar cientos de veces sin cansarte de ellas. Yo tuve el privilegio de trabajar con él en tres discos que hicimos para la editorial SM y en distintas publicaciones, entre ellas La Biblia. Historias de Dios, y siempre lograba sacar lo mejor de ti, que crecieras de una manera desorbitada. Te ayudaba a volar, te hacía sentir que tocabas el cielo.
Él, junto con Jesús Garrido, fundó en 1965 Padres y Maestros, una revista pionera en el mundo de la educación que fue una auténtica revolución. Ambos volcaron en ella su experiencia en el colegio Santa María del Mar, del que fueron directores en distintas épocas, y trataron de integrar la educación de los padres con la de la escuela, algo realmente innovador en la época. Hicieron un colegio en el que los niños adquirían una conciencia crítica, aprendían a pensar, a investigar, a leer… Fueron los primeros en apuntar la trascendencia de los primeros años (0-3), en hablar de las inteligencias múltiples, de la importancia de las emociones, de la educación sexual…
De la revista Padres y Maestros salieron cursos fabulosos que impartieron a lo largo y a lo ancho de la geografía española: técnicas de conducción de grupo, la entrevista personal, la educación sexual, la prensa en la escuela, 0-3 años… Han formado a una gran cantidad de educadores en los que han dejado su impronta imperecedera. Todos los que hemos tenido la suerte de escuchar a Joaquín tanto en cursos, como en conferencias y homilías, sabemos que era un auténtico genio de la palabra, que te captaba desde la primera frase. Era ameno, divertido, muy ágil de mente, profundo, manejaba de maravilla una fina ironía… Siempre te sorprendía, jamás te decepcionaba. Sus primeras comuniones y sus bodas eran muy especiales, por eso era tan reclamado.
Pero también daba mucha paz cuando un ser querido se te iba (conmigo lo hizo cuando mataron a mi padre; sin él no habría sido capaz de superar su pérdida), y a todos los que acudían a él en busca de consuelo, que eran muchos: personas con problemas graves, con depresión, con desesperanza, enfermos, gente que estaba muy perdida, adolescentes difíciles… Era un gran psicólogo, capaz de curar las almas, algo tan difícil de lograr.
Hoy muchas familias como la nuestra lloramos su pérdida porque se nos ha ido una parte importante de nosotros. Él ha estado muy presente en nuestras vidas, en los momentos más importantes: alegres y tristes. Desde luego, en A Coruña ha sido una auténtica institución: su sola presencia tenía un grandísimo poder de convocatoria y todo el mundo lo reclamaba. Pero también en muchos otros lugares. Por eso su fallecimiento nos ha dejado huérfanos de algún modo.
Querido Joaquín, descansa en paz, tú que se la has proporcionado a tantísima gente.