El dibujante e historietista fue autor de multitud de series humorísticas
15 jul 2023 . Actualizado a las 17:19 h.Francisco Ibáñez, uno de los mejores creadores españoles de historietas o cómics, «padre» de personajes tan populares y queridos como Mortadelo y Filemón, ha fallecido a los 87 años, según Efe.
Así lo anunciado en su cuenta de Twitter Penguin España, que transmite con enorme tristeza desde Penguin Random House Grupo Editorial que esta mañana ha fallecido en Barcelona el gran dibujante e historietista. «Nos deja el enorme legado de su lucidez, sentido del humor y más de 50.000 páginas con personajes memorables que han hecho felices a un gran número de lectores», ha añadido.
Nacido en Barcelona en el año en el que comenzó la Guerra Civil, Francisco Ibáñez Talavera fue creador de multitud de series humorísticas, entre las que destacan Mortadelo y Filemón. Creador precoz, publicó su primer dibujo en la revista Chicos a los once años.
Durante la década de los sesenta salieron a la luz La familia Trapisonda, El botones Sacarino, Rompetechos y Pepe Gotera y Otilio. Su obra más famosa, Mortadelo y Filemón ha sido adaptada a televisión como una serie de animación, pero también llevada al cine en varias ocasiones. Su prolífica obra ha sido motivo de varias exposiciones, por ser capaz de captar la esencia de la sociedad a lo largo de las décadas y al mismo tiempo, de hacer reír a varias generaciones de españoles.
Vistas hoy, las ocurrencias del soberbio historietista son más actuales que nunca y tienen una enorme lectura política. Basta echar un vistazo a las aventuras de Pepe Gotera y Otilio para comprobar que Ibáñez se anticipó en 48 años al advertir que España era la quintaesencia de la «chapuza nacional».
El autor catalán era una auténtica máquina de producción masiva de historietas. En su carrera pudo haber dibujado entre 40.000 y 70.000 páginas, un abundante trabajo que no se libró de viñetas apócrifas. «Como Ibáñez solo tenía dos manos, y la editorial Bruguera se quedaba con los personajes», el sello encargó a terceros que exprimieran la ubre de aquel filón, según recordaba Antonio Guiral, comisario de la exposición que en 2014 repasaba los 50 años de viñetas del creador. Hoy aquellos dibujos apócrifos serían una usurpación de derechos de autor. Muchas de ellas fueron retiradas, pero, paradojas, esos dibujos ahora son codiciadas piezas de coleccionista.
«Los políticos nos hacen la competencia desleal a los humoristas»
Eran palabras del propio Ibáñez en una entrevista en 2015, tras la publicación de «El Tesorero», otra aventura de los investigadores más famosos Ibáñez, Mortadelo y Filemón, y protagonizada por Bárcenas, quien aparecía en la portada del cómic haciendo su ya famosa «peineta». «No es un libro sobre Bárcenas, lo aprovecho para que Mortadelo y Filemón hagan sus gags. No pretendo hacer crónica social o política, pretendo que el público coja el libro y se ría de ombligo para adentro», contaba entonces el dibujante.
Consciente de que con la actual situación de la política española tenía una «dura competencia» para hacer reír a su público, en esa ocasión su aventura comenzaba cuando el responsable de economía del gobierno quería disponer de dinero y descubría, horrorizado, que alguien había robado los fondos de la tesorería del Partido Papilar. «Lo bueno de trabajar con temas de actualidad es que cada número me lo dan los periodistas, y encima no pago derechos de autor, es maravilloso», exclamaba con su particular sentido del humor y visión de la realidad, dos virtudes que manejó con maestría desde que conseguía hacer crítica política en la época de la censura.