Adiós a José María Pena, el jurista de Vilalba que no podía faltar al San Ramón

OBITUARIOS

Pertenecía a una conocida familia de la capital chairega, adonde se trasladó a vivir al jubilarse
20 mar 2025 . Actualizado a las 18:41 h.José María Pena López, fallecido este miércoles en Madrid, era vilalbés por tradición y por vocación, aunque también era destacada su faceta profesional: estudió Derecho en Salamanca, se doctoró en Bolonia y desarrolló una faceta docente en varias universidades que culminó como catedrático y decano de la Facultade de Dereito de la Universidade da Coruña (UDC). A pesar de haber nacido en Pontevedra en 1942, en Vilalba estaban sus raíces paternas y maternas y en Vilalba conservaba unos vínculos que nunca rompió: de hecho, se trasladó a vivir a la capital chairega cuando se jubiló, hasta el punto de comprar un piso en la localidad.
Haber nacido fuera de Vilalba se explica por la actividad profesional de su padre, Pablo Pena, fiscal de tasas. Sin embargo, tanto él como sus hermanos y sus padres -el matrimonio tuvo ocho hijos- acudían a Vilalba en verano. Su padre era hijo del militar Manuel Pena, que combatió en la Guerra de Cuba, tuvo varios destinos profesionales en la península y regresó a Vilalba al terminar su carrera militar. La primera sucursal vilalbesa del Banco de La Coruña, entidad que luego sería comprada por el Banco de Bilbao, estuvo dirigida por él. Su madre, Carmen López, era hija de Agustín López Arias, emigrante a Cuba cuya contribución económica fue decisiva en las obras del Hospital Asilo.
«Vilalba lo era todo», recordaba José María Pena en el 2008 en las páginas de La Voz de Galicia. Ese año fue pregonero de las fiestas de Vilalba, de las que podía hablar con conocimiento de causa. Definía los festejos como un cumpleaños colectivo al que todos se esforzaban por acudir: «Faltar al San Ramón era como faltar a una Nochebuena», aseguraba Pena.
Podía pensarse que eran palabras de quien recordaba los baños en el río Magdalena a su paso por O Rañego o por Os Freires o de quien había bailado en verbenas vilalbesas amenizadas por orquestas como Poceiro o Los Trovadores; sin embargo, eran vivencias que iban acompañadas del deseo de establecerse en la capital chairega al jubilarse. Su trayectoria docente incluyó el paso por varias ciudades, y con la creación de la Universidade da Coruña (UDC) accedió a una cátedra, dirigió el departamento de Dereito Público y fue decano de la Facultade de Dereito.
Una vez jubilado, llegó a comprar un piso en el casco urbano vilalbés. A algunas personas de Vilalba les comentaba la satisfacción de ver a lo lejos, desde su casa, las sierras que rodean la comarca por el este y por el norte, y no era raro como un vecino más, plenamente integrado en la vida local. Sin embargo, su salud se deterioró en los últimos tiempos, y su familia decidió trasladarlo a una residencia de Madrid.