
El central del Racing, abatido por su contratiempo en el musco, se somete a una resonancia magnética en el cuádriceps izquierdo, donde se lesionó en septiembre
17 nov 2015 . Actualizado a las 16:52 h.En una temporada redonda del Racing, José Manuel Catalá lamenta sus contratiempos. El central (Villajoyosa, 1985) concita elogios por su talento, versatilidad y profesionalidad, al rendir tanto en el eje de la zaga como en el lateral. Pero el domingo, en el partido de su reaparición después de siete semanas de baja por una rotura fibrilar en el cuádriceps, recayó antes de completarse el primer tiempo. Y después de terminar el partido estaba abatido.
«Parecía que todo estaba bien. Llevaba dos semanas entrenando sin ninguna molestia, pero volví a jugar y otra vez se jodió. No sé qué solución me darán, pero esto no puede ser así. Porque una rotura que en un principio era de tres semanas, al final me tuvo siete, y al empezar a competir otra vez recaída...», explicaba sobre una contratiempo que se produjo en una acción sencilla. «En un pase corto noté un pinchazo en la misma zona [de la anterior lesión]. Pero hay que esperar a ver qué dicen las pruebas».
Las sensaciones del central fueron malas en cuanto fue atendido en el mismo campo del Tudelano. «Creo que estoy roto. Aguardaremos a las pruebas, pero mi sensación es que está roto. Hay que esperar para ver si encontramos una solución, pero esto no puede seguir así», insistía el domingo. Este lunes pasó por la consulta del doctor del club, Carlos Brage, y este martes se somete a una resonancia magnética para conocer el alcance de la lesión en el cuádriceps izquierdo, «el del golpeo».
«Por ahora tenemos que ser cautos. Podría tener solo un estiramiento o una contractura», indica Brage. El médico explica que las opciones son reducidas, ante una recaída como la de Catalá. «Una opción es llevar su recuperación con más calma, buscando que fortaleza más la zona. Él había tenido una recidiva. Aunque llevaba dos semanas entrenando muy bien y pensábamos que el músculo estaba bien», añade el doctor del Racing.
Catalá no quería hablar este lunes de otras medidas para solucionar la situación. «El paso por el quirófano son palabras mayores. La rotura fue de un centímetro. Tendremos que ver las pruebas, que las estudien el médico y el traumatólogo y quizá buscar la opinión del médico que me trató cuando me operé hace un par de años, aunque desde entonces no tuve ningún problema», explica el futbolista, que suma hasta ahora con el Racing 556 minutos de liga repartidos en siete partidos.
Juan Martínez, en la pretemporada, fue el otro futbolista del Racing que sufrió una lesión grave, en su caso con la rotura de ligamentos de la rodilla por tercera vez en los cuatro últimos años.
Una vieja rotura de ocho centímetros
No es la primera vez que una lesión en el cuádriceps izquierdo frena a José Manuel Catalá. La primera le sucedió en su etapa en el Villarreal, con una rotura de ocho centímetros. Su carrera continuó luego en el Murcia y el Apollon chipriota. Fue allí donde decidió operarse después de lesionarse. «Rescindí el contrato, vine y me recuperé aquí», explica el central.
La operación se realizó debido a su fibrosis, la cicatriz que se produjo en el recto anterior del cuádriceps. «En esos casos la intervención suele consistir en una cirugía para limpiar la zona», explica Brage.
«En estos dos años no tuve ningún problema, y ahora sucede ahí justo otra vez, por lo que fastidia un poco», lamentaba este lunes Catalá.
El entrenador, tranquilo
Tena encaja la presumible ausencia de Catalá durante las próximas semanas con tranquilidad. Los cambios que introduce cada jornada por lesiones o sanciones no afectan al rendimiento general del equipo, por lo que suplirá al central de Villajoyosa como en las siete citas anteriores al partido de Tudela. «A nadie le gusta perder a un gran jugador como Catalá. Esperaremos a ver la valoración definitiva sobre su lesión. Pero hay futbolistas suficientes para poder participar», comenta sobre una zona, la de la pareja de centrales, en la que ya alineó a Churre, Golo y Nano, o a Iván González en una línea de solo tres zagueros.