El Racing está pendiente de si el Extremadura vendrá a jugar a Ferrol

JOSE VALENCIA FERROL / LA VOZ

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Ocho futbolistas de la plantilla extremeña anuncian huelga para el viernes y el sábado, por lo que el club podría no disponer de efectivos para A Malata

23 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis del Extremadura UD no tiene fin y cada fin de semana en el que le toca competir escribe un nuevo capítulo. Una historia impropia de una categoría nueva, puente hacia la Liga de Fútbol Profesional, que permite el impago de nóminas a jugadores, técnicos y trabajadores del club, sin que se pueda hacer nada en una sociedad deportiva al borde de la liquidación. Una situación atípica, que hace sufrir a profesionales del fútbol y a los aficionados de la entidad, pero que también afecta a la propia competición.

El Racing, que el sábado a las cinco de la tarde en A Malata tendrá que enfrentarse al Extremadura UD, está pendiente de si el partido podrá disputarse, de si el Extremadura se presentará a jugar en A Malata o si el choque se aplazará. El Periódico de Extremadura informó ayer que ocho jugadores de la plantilla del Extremadura UD irán a la huelga este viernes y el sábado. Destaca que los jugadores, asesorados por la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), toman esta medida para no verse obligados a jugar el partido en Ferrol. La única posibilidad para suspender la huelga es que el dinero comprometido, ya desde hace tiempo, llegue en las próximas 48 horas y así poder paralizar la liquidación del club, aunque parece difícil.

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Si el Extremadura UD no se presenta a jugar en Ferrol incurriría en la segunda incomparecencia, lo que provocaría su expulsión de la competición. Por otra parte, al ser una huelga, el club podría intentar aplazar el partido. El aplazamiento del choque iría en perjuicio del equipo ferrolano, que seguramente tendría que recuperar el partido, si el Extremadura sigue adelante, en mitad de semana.

Por otra parte, la Federación Española de Fútbol también ha excluido de la competición al equipo filial, por lo que los seis jugadores que echaban una mano en el primer equipo: Mulero, Fran Rosa, Carlos Fernández, Álex Guillén, Abel y David García ya no podrán hacerlo.

Para poder jugar en Ferrol, el Extremadura necesitará un número de jugadores de la primera plantilla y con ficha de profesional, es decir, no podrá acudir con juveniles a jugar el partido en el campo de A Malata.

En lo meramente deportivo, el Racing quiere aislarse de todo lo que sucede alrededor de su rival y los jugadores y equipo técnico solo se concentran el preparar un  choque que necesitan ganar para acercarse a los puestos de la parte alta de la clasificación.

Un partido trampa

El encuentro del sábado, si finalmente se disputa, es uno de esos partidos trampa en los que el Racing tiene mucho que perder. Es un partido para ganar, para sumar la tercera victoria consecutiva y acercarse un poco más a los puestos altos de la clasificación.

Confiarse en que el rival va a regalar el partido es un error. Los extremeños, vengan con los jugadores que vengan, es seguro que se dejarán la piel en el campo para tratar de ganar el encuentro. Es lo que han hecho en los últimos partidos que han disputado.

El primer objetivo para el Racing debe de ser ganar el encuentro, y a partir de ahí tratar de hacerlo por la mayor renta de goles posible, ya que hay mucha igualdad en la competición y al final de liga los goles a favor y en contra pueden decidir una plaza.

El club ferrolano quiere que los jugadores se centren en el choque del sábado como si afrontaran una final.

Fornos y Pumar

El pontés Quique Fornos y Fernando Pumar regresaron de Valladolid con problemas físicos. En el caso del lateral ourensano solo sufre un traumatismo en un dedo del pie y se descartó que pudiera haber una fractura. Por su parte, a Quique Fornos le han realizado pruebas médicas por si pudiera tener una rotura fibrilar, aunque solo sufre una elongación en el bíceps femoral.