Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Un Silveira en la corte del Racing de Ferrol

José Valencia FERROL / LA VOZ

OPA RACING

Jorge Silveira en el estadio de A Malata junto a la valla publicitaria de la Fundación Isidro Silveira.
Jorge Silveira en el estadio de A Malata junto a la valla publicitaria de la Fundación Isidro Silveira. JOSE PARDO

«Mi padre habría dado saltos de alegría con este ascenso, el otro día, cuando el campo ya estaba vacío, no pude evitar ir al palco y me acorde mucho de él»

30 may 2023 . Actualizado a las 19:14 h.

Isidro Silvera escribió una de las páginas más brillantes de la historia del Racing de Ferrol. Aunque no había nacido en la ciudad, fue siempre y se sintió un ferrolano más. Cogió el Racing en un momento complicado, al borde de la desaparición. Puso encima de la mesa un montón de millones para hacer frente a las muchas deudas de un club al que le habían embargado los cuatro trofeos que le quedaban como patrimonio. Cambió la imagen del Racing, que pasó a ser un club respetado y apetecible para los jugadores. Lo llevó a Segunda y le hubiese gustado subirlo a Primera, aunque los astros no estuvieron de su parte. Se lo llevó por delante una dura enfermedad, igual que a uno de sus hijos, Chino Silveira, tan racinguista como él.

Desde entonces, el Racing ha seguido ligado a la familia Silveira por la presencia en el consejo de administración de otro de sus hijos, Jorge Silveira, que el pasado sábado vivió con una gran intensidad el nuevo ascenso del Racing a la categoría de plata. El del pasado sábado fue otro ascenso con un Silveira cerca. «Sí, es verdad. No sé cuantos ascensos he disfrutado ya con este mi querido Racing, creo que llevó tres a Segunda B y con este último, cuatro a la Segunda A. Son un montón de ascensos, aunque ya llevo 25 años en esta casa. Creo que no está nada mal».

Asegura que siempre tiene presente a los seres queridos perdidos, su madre, su padre y su hermano: «Me acuerdo de todos y de todo —indica— especialmente también de mi madre, ya que ella fue la que nos soportó a todos. Obviamente, me acuerdo de Chino y de mi padre, cada uno con sus cosas. Para mí, ha sido un fin de semana muy emotivo. El sábado, cuando acabó el partido, me quedé en el palco, yo solo, fue un momento muy especial. Mi padre habría dado saltos de alegría con este ascenso».

El Racing es parte de la familia Silveira: «Yo participé menos, aunque sí que es verdad que mi padre cogió al Racing en un momento muy delicado, a comienzos de la década de los noventa. En aquel momento el club estaba muy tocado, el peligro de desaparición. Fueron muchas cosas, luego llegó el cambio al estadio de A Malata. Fueron unos tiempos increíbles, de mucha ilusión».

Un proyecto ilusionante

Relata que su padre llegó al Racing muy ilusionado y puso en marcha un proyecto ilusionante que tuvo su cumbre en aquel ascenso del año 2000. «Mi padre era como era. Llegó con un grupo de gente que no parecía dispuesta a seguir su ritmo, por lo que el final tiro él solo hacia delante. Sufrimos muchos años hasta que llegó el ascenso del 2000».

Jorge asegura que siempre tuvo al Racing en su corazón, pero también que: «Tras la muerte de mi madre, mi padre y mi hermano, llegué a un momento en el sentía rechazo por todo. No solo por el Racing, también por todo lo que me rodeaba. Para mí fueron unos años muy complicados y difíciles. Traté de alejarme de un Racing que me traía muchos recuerdos. Sin embargo, el racinguismo seguía ahí, en la sangre de mis venas y en los últimos años me he vuelto a enganchar. Esta temporada ya lo he vivido plenamente desde el principio, desde el primer encuentro de liga. Creo que fue un proceso natural, los que somos de Ferrol llevamos al Racing dentro y era cuestión de tiempo que volviera a aflorar. No queda otro remedio, es así. No solo me enganchó a mí, también a mi hija y a mi sobrina y a todo el mundo. Un ferrolano es del Racing sí o sí».