Josep Señé, cabecilla y cabeza para el Racing Club Ferrol: «Todo el mundo opina de fútbol y de política y es libre»

Cabecilla y cabeza para la escuadra verde. Después de una segunda vuelta intermitente, marcada por las molestias, Josep Señé (San Cugat del Vallés, 1991) ha dado un paso al frente en este renovado Racing Club Ferrol ejerciendo de pegamento de la idea del míster sobre el terreno de juego y liderando la complicada reconstrucción del grupo.

Siete de ocho partidos completados, mente ejecutora de las acciones de estrategia o su sello de autor en dos asistencias de las cinco dianas que lleva el equipo evidencian que el catalán está remando como el que más en este proceso de acople de piezas en A Malata, en el que su visión del juego tiene un papel fundamental.

—Capitán ya en varios encuentros, ¿qué supone?

—Un orgullo y una responsabilidad grande para mí el representar a mis compañeros y al club.

—Y mucha carga de minutos en este arranque, ¿cómo está?

—Bien, bien. Me estoy encontrando bien, tanto físicamente como a nivel técnico-táctico aunque es verdad que nos tenemos que terminar de acoplar, pero me noto muy bien.

—Victoria importantísima la pasada jornada, ¿qué supuso?

—Una inyección potente. Siete jornadas sin ganar es duro y genera dudas. Mantuvimos la cabeza fría y creyendo en lo que estamos haciendo y esperemos que en Cartagonova venga la segunda porque sería un chute de moral para seguir en el camino.

—Tendrá que ser con pocos efectivos...

—Desde pretemporada nos hemos tenido que ir sobreponiendo a problemas. Lesiones de bastante duración y ahora Luis (Perea). No nos podemos detener mucho a lamentarnos. Esto sigue y jugará otro compañero, que tratará de hacerlo lo mejor posible.

—El míster ha ido probando cosas en el medio, pero usted parece inamovible...

—Es satisfactorio. Me siento un jugador importante e intento devolver la confianza al míster y a los compañeros y que siga así. Lo más importante es que el equipo funcione y que cojamos de una vez esa forma de jugar y de entendernos.

—¿Pasa la clave por la medular?

—Bueno...está en encontrar la tecla en la zona media, defender mejor entre todos. Es un poco todo y meter goles, que de esto va el fútbol. El conjunto de todos los factores que nos van a ayudar a estar cerca de ganar.

—Suma dos pases de gol y es el cerebro del equipo en las acciones de estrategia...

—Es una responsabilidad que he cogido también este año desde la primera jornada. Espero sumar más porque eso querrá decir que otro compañero mete goles y bienvenidas sean para ayudar al equipo.

—Con la mala racha ha habido también mucho ruido, ¿cómo se lleva?

—Sabemos la profesión en la que estamos metidos y cuando se pierde empieza el ruido. Fuera del vestuario se habla. Todo el mundo opina de fútbol y de política y es libre. Está el típico: ‘yo cambiaría el sistema o a este jugador'. Nosotros a cerrar puertas y lo que nos va a hacer fuertes es trabajar como equipo, sentirnos equipo. No han salido las cosas, no por ganas, y hay que seguir picando piedra para obtener el resultado.

—Estudió usted derecho¿por qué esa rama?

—Como todos los adolescentes, no sabía qué quería ser de mayor. Era buen estudiante y saqué el Bachillerato científico sin problemas. Fui con un amigo a una charla en la facultad y acabé sacando la carrera y un máster en Derecho deportivo. Ahí lo tengo por si hace falta en el futuro.

en corto:

«No salgo de aquí. Me he convertido ya en un gallego más»

—Vigo, Lugo y ahora Ferrol ¿tiene un imán con Galicia?

—Sí, sí. Me lo dice mucha gente. No salgo de aquí. Me he convertido ya en un gallego más. Creo que es mi sexto año en Galicia. Mi familia y yo nos encontramos muy bien, aunque el clima no ayude mucho. Eso es parte del encanto y se agradece tenerlo todo verde.

—¿Un lugar de la zona?

—Cualquiera de la costa pero yo me quedo con Doniños. Me gusta mucho la playa, tanto en verano como en invierno. Es un sitio muy agradable para pasear.

—¿Un sitio para comer?

—Tengo apuntados muchos para probar en los que todavía no he estado. O Camiño do Inglés, Josefa's y O Bacoriño, evidentemente. Me quedo con esos.

—¿Practica algún otro deporte?

—No, nada [ríe]. Es verdad que hay muchos compañeros que le dan al pádel, al baloncesto. Yo solo fútbol, tiro para el fútbol siempre y no hay nada más. Algún partido de tenis y tal pero poco. 

—¿Ve mucho fútbol Josep Señé?

—Bastante, bastante [ríe]. Quitando un poco responsabilidades que tengo con los hijos, que a veces no puedo ver partidos, siempre intento ver los que me atraen y el fin de semana me gusta también seguir la Premier. En España: el Madrid, el Barcelona, el Celta, que juega muy bien. También el Betis o el Girona.

—Siendo catalán y habiendo pasado por la cantera del Madrid, ¿es más culé o más merengue?

—Siempre he sido más del Barcelona pero cuando vives de este mundo te haces más amante del fútbol y no de un equipo. Ahora mismo me encanta ver al Madrid, aunque últimamente no están jugando muy bien. Jugadores como Modric, Kroos. Una maravilla verlos. Es ver más los detalles que el color de la camiseta.

—¿Cuál es su primer recuerdo con un balón de fútbol?

—En el equipo de mi pueblo, cuando empecé a jugar a los cuatro años. Era un campo de tierra [ríe], que no sé si quedará ya alguno y allí pegué mis primeras patadas a un balón.

—¿Tenía un ídolo?

—Figo. Tenía todo de él. Llevaba el número 7 por él y eso me duró unos años y eso de tener un ídolo se diluyó un poco. Sí que es verdad que me he ido fijando en jugadores de mi posición.

—Cheque en blanco para fichar, ¿a quién se traería?

—A Messi, por tirar así a lo alto. O Mbappé. Encajan en cualquier equipo.

—¿Con quién comparte habitación esta temporada?

—Con Aleska Puric. Es una mezcla potente. Compartía con Cubero y las habitaciones estaban hechas del año pasado y ya que hablo un poco de inglés para charlar con él.

—¿Un libro?

—Me gustan mucho los thriller y últimamente me he leído la trilogía de Illumbe de Mikel Santiago y es muy buena.

—¿Una película o serie?

— The Gentlemen, en Netflix, me gustó mucho.

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