La goleada encajada ante el Oviedo desató la tensión contenida de la afición ferrolana en una tarde en la que un pequeño grupo volvió a tener lío con Bebé a la salida de A Malata
08 dic 2024 . Actualizado a las 21:26 h.Malataná. Ese fortín en el que el Racing solo encajó dos derrotas el pasado curso ya vuelve a ser A Malata. Sin más.
La afición animó al comienzo, como siempre en estos meses de poco fútbol y mucho sufrimiento. Pero, a medida que los goles iban cayendo en la jaula custodiada por Jesús Ruiz, la tensión acumulada por la marea verde eclosionó en sunami imparable.
«Esta camiseta no os la merecéis» fue uno de los cánticos del descontento. Una balada triste en la que hubo hasta un momento en el que se coreó el nombre de Sabin Merino. Delantero cuestionado el pasado curso y al que ahora hay quien echa de menos.
Pitido final. Alivio o infierno mayor. Sensaciones encontradas a las que Álex López intentó poner fin acudiendo a Fondo Sur a dar la cara. Le siguió Álvaro Giménez, que explicó después el contenido de la charla mantenida: «Les hemos dicho que vamos a sacar esto todos juntos. Que no se merecen esto, es normal. Que quede claro que los once que salgamos vamos a darlo por ellos», valoraba el ariete que asumía la pitada: «No sé ni como explicarlo. El año pasado ya da igual. No estamos haciendo las cosas bien y tienes que asumir que te digan eso», admitía.
Caras largas, tristeza en el rostro y en el alma racinguista de los trabajadores del club que bregaron en Tercera División y que, como la afición, ven como el sueño se les escapa.
Mirada perdida de Carlos Mouriz, que oteaba pensativo al horizonte a pie de campo. Ya fuera de los límites de A Malata, aguardaba un pequeño número de seguidores racinguistas. El torrente de emociones se desbordó a la salida del caboverdiano Bebé.
Bebé, el culmen del lío
«A robarnos aquí viene. Le pagamos el sueldo», indicaba un aficionado. «Este no se crio en la cantera y no sabe lo que es vestir la camiseta del Racing. Este no es como Álex López», apreciaba otro.
La respuesta del caboverdiano no se hizo esperar: «Yo para tocarme los c... me quedaba en el Rayo ganando más. Yo vine aquí a jugar», explicitaba.
Más gritos: «El escudo es nuestro». «Estuvimos comiendo mierda en el barro muchos años. Álvaro, díselo», imploraba una seguidora ante un Álvaro Giménez conciliador: «Lo sabemos, lo sabemos», justificaba el ilicitano.
«Para esta ciudad estar en Segunda no sabéis lo que es. Descendemos y os vais y los que quedamos aquí somos nosotros. No eres el mismo», insistía esta seguidora.
«Sí, soy el mismo. Soy el mismo solo que no meto goles», atajaba Álvaro. «No queremos volver». Último grito de desesperación de un racinguismo con miedo a que la fiesta del fútbol se acabe demasiado rápido.
El partido en datos:
Racing Real Oviedo
53% Posesión 47 %
349 Pases 313
1 Ocasiones claras 8
7 Tiros 26
7 Salvadas portero 1
1 Córneres 5
1 Fueras de juego 2
12 Faltas 18
2 Amarillas 1
0 Rojas 0
51 % Duelos 49 %
50 % Duelos aéreos 50 %
15 Entradas 15
8 Interceptaciones 7
42 Recuperaciones 47