Los cartageneros acumulan siete derrotas en sus últimos siete desplazamientos en competición liguera
10 ene 2025 . Actualizado a las 20:20 h.Primer encuentro de competición liguera de un año natural en el que la familia ferrolana va a tener que demostrar que el fútbol, como el amor, es un sentimiento. Un encuentro que llega tras un paréntesis navideño y acompañado de la adversidad de ver a la entidad alejada de los puestos de permanencia, un sufrimiento similar al de ese gran amor verdadero que, a pesar de la distancia, no deja de sentirse cada segundo en el corazón y en el alma.
Con la mochila cargada del excelente criterio mostrado por la propiedad del Racing Club Ferrol defendiendo los valores de humildad, respeto y confianza y con las buenas sensaciones deparadas al haber superado en los dos últimos encuentros disputados como local en disparos a la meta adversaria tanto al líder de la categoría, Almería, como al Rayo Vallecano en el reciente encuentro de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, la familia racinguista va a mantener vivo el sueño de que, aunque se siguen perdiendo servicios indispensables en nuestra olvidada comarca, se pueda permanecer en el fútbol profesional y pueda ser celebrado en nuestra ciudad el primer domingo de junio con el Sporting de Gijón como compañero de partido, nunca como adversario. Un sueño para la familia ferrolana que esos Reyes Magos que han aterrizado esta semana en nuestras casas van a saber escuchar y atender con su magia.
Llega a nuestra ciudad el Cartagena, otro de los conjuntos departamentales al que la temporada no le está sonriendo, con la vitola de conjunto más goleado de la categoría, líder de la clasificación de disparos recibidos y penúltimo en el de disparos a puerta realizados, faceta, esta última, en la que el liderazgo le corresponde a otro conjunto departamental mucho más cercano tanto en distancia como en sentimiento.
Un Cartagena que, de la mano del asturiano Jandro Castro no ha logrado aún enderezar la nave del conjunto blanquinegro tras su llegada al cargo en sustitución del también asturiano Abelardo Fernández, mostrando una evidente endeblez lejos de su estadio, al acumular siete derrotas en los últimos siete desplazamientos del campeonato liguero.
Con el tercer límite salarial más bajo de la categoría, ha configurado una plantilla compuesta por dieciocho jugadores con licencia del primer equipo, sin ninguna incorporación realizada aún en el presente mercado invernal y la incorporación habitual en la dinámica del equipo de varios jugadores que disponen de ficha de su conjunto dependiente.
SISTEMA DE JUEGO
1-4-2-3-1, con incorporación de tercer central tanto en fase defensiva como ofensiva
El técnico asturiano del conjunto cartagenero ha apostado desde su llegada por un sistema de juego 1- 4-2-3-1 y una serie de mecanismos ya instaurados en la pasada temporada en un Amorebietra que tan buen nivel exhibió durante la segunda vuelta del pasado campeonato. Un sistema de juego que ofrece las variantes de incorporar un tercer central, tanto en fase defensiva, como en el inicio de su juego ofensivo con el fin de generar superioridades numéricas que faciliten una más óptima salida de balón.
Un sistema de juego, en el que son habituales en el once titular Pablo Cuñat en portería, línea defensiva con Martín Aguirregabiria o Jorge Moreno y Ríos Reina en laterales, acompañados de la pareja de centrales del ascenso del Girona a la máxima categoría en la temporada 2016-2017, Pedro Alcalá y Kiko Olivas, Damián Musto y Sergio Guerrero en sala de máquinas, por detrás de Pocho Román o Cedric Teguía, ya recuperado de su lesión, en banda derecha, Luis Muñoz en la media punta y Dani Escriche por izquierda, con Gastón Valles como referencia ofensiva.
La sorprendente ausencia por lesión de su jugador más determinante, Luis Muñoz, podría suponer la entrada en el once titular de Jairo Izquierdo en banda con la reubicación de Dani Escriche a la posición de media punta. Menor protagonismo en el transcurso de la temporada para Nikola Sipcic en el centro de la defensa, Andrija Vukcevic en el lateral izquierdo, Andy Rodríguez en el centro del campo, Alfredo Ortuño como referencia ofensiva y Hugo González en banda, sin haberse estrenado aún en la temporada el veterano central Gonzalo Verdú.
ESTILO DE JUEGO
Asumen riesgos evidentes en el inicio de su fase ofensiva
En cuanto al estilo de juego, suelen partir de un modelo combinativo con el fin de atraer jugadores adversarios hacia su terreno de juego para, a continuación, desplazar en largo bien hacia su referencia ofensiva, Gastón Valles, brillante en los duelos individuales a balones aéreos o bien buscando la
progresión de su juego por bandas, amparados en los excelentes golpeos de balón en precisión y potencia de sus defensas centrales.
Los cartageneros evidencian un posicionamiento en bloque de presión media, que hacen más intensa cuando el rival traspasa la línea de medio campo, mostrándose cómodos cediendo la iniciativa al rival e intentando la recuperación de balón para aprovechar la salida en contraataque.
En la fase de inicio de su juego ofensivo asumen demasiados riesgos en la circulación de balón en su propio terreno de juego, lo que se traduce en pérdidas de posesión que han acarreado perjuicios notorios en encuentros disputados con anterioridad.
FASE OFENSIVA
Las transiciones y el juego aéreo, sus mejores armas
La velocidad y el aprovechamiento de los espacios de juego convierten las transiciones del conjunto cartagenero en su principal recurso ofensivo, Asimismo, muestran un poderoso juego aéreo que hacen valer en área adversaria y que convierten centros laterales y acciones de estrategia en sendos puntos fuertes de su juego ofensivo.
Llama la atención el recorrido interior realizado por Luis Muñoz, habitual en zona de finalización y que no duda en prodigar la realización de disparos a puerta desde media y larga distancia, con notable acierto, Su ausencia se dejará notar en el aspecto ofensivo del conjunto blanquinegro.
FASE DEFENSIVA
Con carencias que justifican ser el equipo más goleado
En fase defensiva, el conjunto cartagenero muestra, como conjunto más goleado de la categoría, su faceta más vulnerable, no habiendo sabido corregir en las jornadas disputadas las deficientes vigilancias defensivas realizadas sobre jugadores adversarios y sobre espacios, especialmente evidentes en las acciones de estrategia defensiva y ante centros laterales, en las que zonas del interior de su propia área quedan a disposición de sus rivales.
Asimismo, los departamentales evidencian pasividad y falta de contundencia en propia área, cierta lentitud de desplazamientos ante balones jugados a las espaldas de sus centrales, así como groseros errores en la toma de decisión relativa al seguimiento de marcajes, especialmente ante jugadores que se incorporan a zona de finalización desde posiciones atrasadas.
En conclusión, un encuentro que debiera suponer el punto de inflexión definitivo en el año que empieza y que pudiera ser determinante para ambas escuadras en el devenir del campeonato para poder seguir soñando con el cumplimiento del objetivo deportivo, ya que, como alguien escribió, dejar de soñar es dejar de vivir.