Brais, aval de identidad para el futuro del Racing Club Ferrol

Corren tiempos difíciles para un racinguismo al que, pese a que las matemáticas sigan obligando a pensar en tiempo presente, le nace ya resetear y rescatar lo poco que se pueda de cara al próximo curso. Precisamente, en esa lista de intangibles que siguen sacando una sonrisa a una marea verde en marejada permanente está el regreso de Brais Martínez (Baiona, 2001), que frente al Eibar volvió a disputar un partido completo medio año después y que este sábado seguirá buscando aumentar rodaje en La Rosaleda frente al Málaga (18.30 horas, LaLiga TV Hypermotion).

El lateral izquierdo de 23 años representa a la perfección a esa savia nueva que inundó Ferrol con el escudo y los colores del club va a hacer ya dos años. Recaló en A Malata procedente del Bergantiños para cubrir una de las fichas sub-23 exigidas en Primera Federación y se vio obligado a madurar de golpe para tapar el hueco que Fernando Pumar —baja de larga duración en el curso del ascenso — dejaba en el flanco zurdo.

El retorno del Racing Club Ferrol a un fútbol profesional, que se le escapa ahora entre los dedos, lleva el cuño y la impronta del de Baiona. Tampoco desentonó Braisinho —apodado así al más puro estilo de astro brasileño por su atrevimiento en situaciones de uno contra uno— en su primera experiencia en la categoría de plata el pasado curso.

De la confianza de Cristóbal Parralo, fue un esguince de tobillo el que lastraría la explosión de un lateral con mucha proyección y margen de mejora. Por todo ello, la hinchada respiró tranquila cuando este verano el club confirmaba la continuidad del dorsal 18 en pleno proceso de renovación total en el vestuario de A Malata.

Misma suerte que el equipo

No obstante, el que podía ser el curso de la plena madurez para el lateral ha acabado por convertirse en una temporada gris marcada por las lesiones y las recaídas en una campaña también para olvidar en el seno del Racing Club Ferrol.

Frente al Málaga, equipo con el que se estrenó la 24-25 con el de Baiona formando parte del once de gala, Brais tendrá la oportunidad de seguir trazando su propia declaración de intenciones con el club y con el racinguismo.

David Castro, asumiendo galones de capitán general de una fragata hundida, o Fran Manzanara, adelantando su intención de continuar en el club por mucho que se certifique el descenso, ya lo han hecho.

? LA CASTRINHA.

Jugarse la cabeza nivel David Castro Pazos. #LALIGAHYPERMOTION pic.twitter.com/AX9040fs3N

— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) March 17, 2025

Con el pescado prácticamente todo vendido, la necesidad de tender puentes entre grada y vestuario resultan imprescindibles para que el proyecto y los sueños de club y ciudad no se vayan al traste demasiado rápido.

La juventud, su condición de héroe del ascenso y su talento, pescado en los caladeros de clubes gallegos que se ha echado en falta este curso por parte de la dirección deportiva, hacen de Brais Martínez uno de los avales del Racing del futuro.

Por todo ello, ante un Málaga con bajas importantes y que atraviesa una mala racha de resultados, el racinguismo necesita de sus internadas en ataque, de su entendimiento y camaradería con Héber Pena. Automatismos, prácticamente inéditos este curso, que estimulen la memoria de un respetable con la necesidad de creer que lo mejor, después de este traspiés deportivo y emocional, está por llegar.

Así, en esta recta final de competición, está en las botas de jugadores como Brais Martínez sacar el brillo que se pueda al juego del equipo. Y nadie mejor que el chaval de Baiona, que dio el salto sin red a la élite sin renunciar a su círculo de amigos de toda la vida o a su coche de siempre pese a las primas ingresadas, para reconectar con los orígenes.

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