Nueva penitencia del Racing Club Ferrol en La Rosaleda, que cae frente al Málaga (2-0) y sigue sumido en el bucle

Hace ya demasiado tiempo que la fragata verde del Racing Club Ferrol continúa, a duras penas, su travesía en Segunda sumergida bajo el agua y sin visos de reflote. Nada cambió este sábado en La Rosaleda, con nueva derrota del cuadro naval frente al Málaga (2-0) en el que es ya el cuarto partido consecutivo en el que los de Menéndez no logran encontrar el camino hacia el gol y penalizan sus errores en retaguardia. La penitencia para los de A Malata, que se encuentran sumidos en un oscuro bucle, parece no tener fin y ni los ajustes de pizarra que viene probando en las últimas jornadas el preparador asturiano están permitiendo, por lo menos, amortiguar la agonía. 

2??????9??0?? | 2-0 | Final en La Rosaleda #MálagaRacingFerrol #matchdayRCF pic.twitter.com/ENuriXcOg5

— Racing Club Ferrol (@racingferrolsad) March 22, 2025

Vuelta al trivote, vuelta al origen. Contra el equipo frente al que empezó un curso para olvidar en A Malata ya en el mes de agosto, apostó Menéndez por abonarse al 4-3-3 al que se encomendó también Cristóbal a principio de temporada y lo hizo con la misma combinación que el de Priego de Córdoba testó con sendos empates frente al Levante y el Castellón en la primera vuelta antes de que Manzanara se rompiese. Pitido inicial y la primera la encontraba Lobete al espacio, con Puric negándole el paso presto al corte.

Primeros compases con elevado tráfico en el corazón del campo, con Manzanara y Sanz ocupando el mismo espacio. Los nubarrones se disiparon precisamente en la medular donde ganaba enteros la fragata verde, con un buen pase filtrado de Señé al que a punto estuvo de llegar Naim.

No obstante, abría la grieta el Málaga con la internada por banda izquierda de un Kevin Medina, que superó con mucho a Buñuel y sirvió todo un caramelo a Lobete, que llegó desde segunda línea, para hacer el 1-0 antes del 10 de partido. Atascados en el bucle siempre, trataban los de Menéndez de llevarle la contraria a la monotonía. Un amonestado Manzanara recibía indicaciones del asturiano antes de cumplirse la media hora de juego tras una comprometida entrega al espacio en campo propio, que pudo costar caro a los suyos. Intentaba Buñuel enmendar su pifia defensiva con un pase de la muerte dirigido a Señé, que logró interceptar la zaga malagueña.

Nuevamente era el lateral de Tafalla el que servía un balón en ventaja a Naim para que el extremo conectase con un Álvaro Giménez que erraba en la definición.

Por el mismo flanco volvía a hacer aguas el Racing, con internada malagueña por banda izquierda y, tras centro lateral, llegaba el testarazo de un Larrubia escasamente estorbado por Brais para hacer el 2-0. Alto se marchaba también un lanzamiento de falta botado por Naim al filo del 45 e indicaba Cid Camacho el descanso en una nueva jornada aciaga para Racing y racinguismo.

Sin soluciones para un guion conocido

Superado el 50 impactaba el cuero en la mano de Puga dentro del área pequeña tras un remate de Álvaro Giménez. Entendía el colegiado que no había nada punible y a seguir para un Racing con más fuelle pese a los dos goles en contra en la segunda mitad. Volvía a ser el ilicitano el que, tras un centro marca de la casa de Héber, se asomaba al gol pasado el umbral del 60. Nada, le negaba Herrero al cuadro naval darse el más mínimo gusto y la reacción de Menéndez no se hacía esperar, con la entrada de Nacho y Correa en el 67.

Otra jugada gris al borde del área entre Naim y Víctor, que no penalizó el colegiado y un nuevo remate, esta vez de un recién ingresado Chiki, aderezó los últimos compases ante un Málaga cómodo en su reconciliación con La Rosaleda.

Todos los cartuchos quiso agotar Menéndez, que mandó ingresar a Jauregi y Raúl Blanco, que tuvo tiempo para probar el disparo, a falta de cinco minutos para la conclusión de un duelo con un guion ya conocido para una marea verde que ha vivido ya diecisiete derrotas, siete de ellas con Menéndez al frente en los nueve encuentros del asturiano como técnico, en lo que va de esta agónica campaña para la que ante la aparente ausencia de tecla que tocar para la mejora muchos anhelan ya que se active el interruptor de apagado definitivo. 

 

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