EL DEBATE Joaquín Cortés y Laetitia Casta protagonizan lo que se ha convertido en una gran polémica. «Gitano» se presentó como uno de los mayores éxitos del cine español. En ella se cuenta la historia de una familia gitana, los Heredia. Pero el colectivo gitano ha visto en ella una agresión a su cultura, sus valores y sus raíces. Pero, ¿es «Gitano» realmente ofensiva para la comunidad a la que represeta?
09 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.EN CONTRA
RETRATO CREÍBLE Y RESPETUOSO
La caracterización de un colectivo no es siempre fácil porque, como explicaron los autores de esta película, lo difícil es no caer en tópicos. Enfrentarse a la realidad de un grupo social con una cultura y carácter reservado tan fuerte como el gitano es intentar un proyecto valiente. Pérez Reverte y Joaquín Cortés intentan eludir los tópicos basando la historia en lo que los gitanos consideran lo más puro de su raza: el honor. El retrato de familia, el clan, es creíble y quizá a este colectivo no le agrade verlo en una película. Pero es sólo cine, y no es diferente de cuando se cuenta una historia de un tipo de gente en un lugar determinado.
A FAVOR
ESCUCHAMOS A BJORK Y A CAMARÓN
Gitano es ofensiva porque muestra una supuesta realidad gitana que poco tiene que ver con la que vivimos. Porque nos presenta como mafiosos vendedores de droga, machistas, armados de escopetas y navajas, dispuestos a resolver a tiros cualquier problema, obedeciendo una supuesta ley gitana irrebatible... ¿Ésa es la imagen de la juventud gitana que, según Joaquín Cortés _y artistas como Antonio Carmona o Rosario Flores_ querían representar? Es difícil hallar más tópicos trasnochados juntos. En la realidad sólo hay jóvenes para los que ser gitano es, simplemente, llevar una vida digna sabiendo cuales son nuestras raíces.