PEPE COLUBI EL PERSONAJE / ANA ROSA QUINTANA
09 oct 2000 . Actualizado a las 07:00 h.¡Ana Rosa está triste, qué tendrá la Quintana! A la mesa camilla de Sabor a tí todavía le tiemblan las patas desde que el mundo entero sabe que la escritora hacía trampas. Plagiar es robar el esfuerzo de otros y darlo a conocer como propio; lo ha hecho Ana Rosa Quintana en Sabor a hiel con páginas de una novela de la escritora norteamericana Danielle Steel. La copiona ha optado por una salida indigna: primero dijo que ya había avisado a la editorial, pero después de echar la culpa a su «inexperiencia» (!), atribuye el plagio a un «error informático» (?) (aunque Ward y Faye se convirtieran en Francisco y Adriana) o a «los documentalistas» (!?), admitiendo la existencia de colaboradores anónimos a sueldo (qué de vueltas para no decir negros). Y lo mejor: «Esto le ha pasado a otros autores mucho más famosos que yo, pero al ser un personaje público se le ha dado un bombo distinto». Peor aún que la aspiración del ser humano de levantarse una pasta por la cara, es la falta de criterio de las editoriales mientras cientos de novelas, escritas con esfuerzo y con algo nuevo que contar, acumulan polvo en los cajones del olvido.