Hasta los años sesenta, los únicos piquetes formados por personas eran los de caballería, los de la Guardia Civil, los de ejecución... El piquete era un pequeño grupo de soldados encargado de servicios extraordinarios. Es reciente el uso de esta palabra para designar a un grupo de individuos que exhibe pancartas con lemas, y al que, pacífica o violentamente, intenta imponer o mantener una consigna de huelga. La Academia no incorporó esas acepciones a su Dicionario hasta 1970. Por entonces se venían usando más en la América de habla española. Con esos significados, piquete es préstamo del inglés (picket). El problema se plantea a la hora de designar a los integrantes de los piquetes. Se observa el empleo, no muy frecuente, de piquete , uso también importado del inglés, que con la misma palabra da nombre al grupo y a sus miembros. Esa solución suscita rechazos por la ambigüedad que conlleva. El lexicógrafo panameño Ricardo J. Alfaro propuso en su momento, entre otros derivados de piquete, piquetero . Tanto esta voz como piquetear ('formar piquetes') se utilizan en América, pero han tenido escasa aceptación en España. Aquí, el piquetero es desde principios del XIX la persona que lleva de una parte a otra las piquetas a los mineros. Este es el único significado que se da a esa palabra en el Diccionario, pese a que con el declive de la minería y la mecanización de las explotaciones incluso puede haber desaparecido tal función. En Argentina, el país donde más se emplea piquetero con su significado actual, ya es también algo más que la persona perteneciente a un piquete: los piqueteros integran un movimiento social que surgió con fuerza a mediados de los noventa como consecuencia de la profunda crisis que afecta al país. Son activistas radicalizados, la mayoría desempleados que actúan al margen de los sindicatos y que utilizan los cortes de vías de comunicaciones como su arma más eficaz.