ANTE LO del Prestige , Cascos dijo: «Ya contactamos con el país titular del barco, que es un armador griego» (sic), y se quedó tan pancho. Tranquilizadora precisión la suya: con semejante trabalenguas, todo, al parecer, resuelto. Lo que más preocupa es el asunto de las responsabilidades por los daños que se produzcan. Poco, en cambio, tratar de prevenirlos y evitarlos. Desde hace décadas, tanto en el Parlamento de Galicia como en el Congreso se viene pidiendo que el corredor que pasa frente a Fisterra se aleje más allá de las actuales 25 millas, que el tránsito de esos más de 18.000 buques que transportan verdaderas bombas ecológicas y miseria para nuestras gentes del mar no se efectúe con tanto riesgo. El director general de la Marina Mercante acaba de decir que tal medida «no sería operativa» mientras los esfuerzos de estos días se encaminan justamente a alejar de la costa el buque siniestrado. ¿En qué quedamos? Dicen que la solución está en el «doble casco», allá por el 2015. Aviados estamos.