EL 18 DE julio pasado nuestras costas han sido declaradas por la Organización Marítima Internacional (OMI), Zona sensible de especial protección a nivel mundial por la excepcionalidad de nuestro ecosistema marino, nuestra extraordinaria riqueza pesquera y marisquera y nuestra alta dependencia económica de nuestros recursos marinos. Pocas zonas del Planeta ostentan este grado de protección que nos equipararán a la Gran Barrera de Coral en Australia o a los Cayos de Florida como ha señalado La Voz y que en Europa países como Suecia, Dinamarca y Alemania llevan luchando por conseguir para el Báltico sin haberlo logrado todavía. Tal vez las negras consecuencias de la catástrofe del Prestige nos impidan todavía valorar con el sosiego necesario ciertos aspectos positivos que se están derivando para Galicia de tan fatídico accidente, y entre ellos, no es el menos importante el revulsivo que ha supuesto en Galicia, en toda Europa, y ahora a nivel mundial, para luchar eficazmente contra los buques basura , dinamizando a nivel planetario la seguridad marítima y la protección de los recursos marinos frente a otros intereses, hasta llegar a la inmovilista OMI, máximo organismo mundial en la regulación de la navegación marítima internacional, dependiente de la ONU. El Gobierno español adoptó la valiente decisión, conjuntamente con Francia, de expulsar de nuestra Zona Económica Exclusiva de 200 millas a los barcos basura , decisión a la que se sumaron ya Portugal, Italia y Alemania. La medida ha surtido efecto pues como revela La Voz ante esta nueva situación, bien voluntariamente, bien por la fuerza, 88 bombas flotantes han sido alejadas ya de nuestras costas. Y que la cosa va en serio y alcanza también a la práctica habitual de limpiar sentinas en nuestras aguas lo demuestran las recientes medidas adoptadas con el D.M. Spiridon . Era preciso que la UE, con todo su potencial, liderara a nivel mundial estos nuevos planteamientos y con el peso de sus 15 Estados miembros apostaran fuertemente por ellos en el seno de la OMI a pesar de sus intereses contrapuestos. Me interesa destacar que el PE ha jugado un papel decisivo en este nuevo planteamiento y que a Galicia le correspondió en ese foro la iniciativa. El mismo 19 de noviembre, me cupo la responsabilidad de presentar ante el Pleno del PE, en nombre del PPE, la primera propuesta para que la UE hiciera suya y elevara ante los órganos mundiales correspondientes una relación de zonas marítimas europeas sensibles de especial protección por su riqueza pesquera y marisquera. El Punto 9 de la Propuesta de Resolución que en nombre del PPE presentamos al Pleno del PE rezaba así: «El PE pide a la Comisión que, de acuerdo con los Estados Miembros, establezca una relación de zonas marítimo-pesqueras europeas sensibles que sean objeto de especial protección debido al caracter de su ecosistema marino, sus recursos pesqueros y marisqueros y su alto grado de dependencia de la pesca». A su vez, el punto 10 establecía: «El PE pide que los actúales corredores de tráfico marítimo del transporte de hidrocarburos y mercancias peligrosas en las aguas comunitarias se modifiquen para alejarlos lo máximo posible de las costas y, en especial, de las zonas declaradas sensibles». Nuestras propuestas fueron aceptadas por los restantes Grupos Parlamentarios plasmándose en la Resolución Común aprobada por el Pleno del PE el 21 de Noviembre de 2002. Desde entonces esta petición fue recogida en las restantes Resoluciones e Informes que se formularon en el PE, tanto a través de su Comisión de Pesca como de la de Transportes. La Comisión Europea y, en su nombre, la Comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, se vio así respaldada por la Eurocámara e hizo suya la petición del PE, el Gobierno español la defendió brillantemente y la OMI, finalmente, la aprobó el 18 de julio pasado. La Declaración de la OMI implica, de momento, el reconocimiento oficial a nivel mundial de nuestra especificidad y la obligatoriedad para los buques con mercancias peligrosas de notificar con 48 horas de antelación su paso por la zona que se extiende hasta 130 millas en el litoral atlántico y 80 en el cantábrico. Sin duda quedan todavía muchas cuestiones pendientes de concretar pero esta iniciativa sirvió ya para concitar el apoyo de toda la UE y, gracias al tesón y acierto de nuestro Gobierno, conseguir una declaración histórica sin precedentes de la primera Autoridad marítima internacional en el proceso, irreversible ya, de protección mundial de la extraordinaria riqueza de nuestro litoral. Daniel Varela es eurodiputado y portavoz del Partido Popular Europeo