Dibujos y palabras

OPINIÓN

11 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

EN ÚLTIMA instancia, ¿qué son los planes urbanísticos y los proyectos arquitectónicos? Son dibujos que se acaban transformando en objetos tridimensionales, en cajas en las que vivimos, gozamos o sufrimos, y palabras que buscan la convivencia y la cultura o, por el contrario, propician la desmoralización y el estropicio. Josef Paul Kleihues falleció el 13 de agosto. Fuera de los círculos profesionales, en Galicia su nombre es poco conocido, pero su contribución a la cultura urbana ha dejado impronta en nuestro país. Un grupo de técnicos y políticos dedicaron sus afanes a redactar, tramitar y gestionar un plan general para Santiago de Compostela. Tras quince años de vigencia, la ciudad, que parecía predestinada a seguir creciendo de forma caótica, dispone hoy de un ordenado desarrollo que ha generado nueva actividad económica en torno a sus infraestructuras y equipamientos. Kleihues estuvo en el proceso de su concepción, evaluando el competente trabajo realizado por el equipo Oficina de Planeamiento. En un Berlín marcado por la huella de la guerra, Josef Kleihues desarrolló la teoría de la «reconstrucción crítica», con la que pretendía despertar la memoria de la ciudad oculta en su planta, en la trama de sus calles y espacios públicos, no mediante la reproducción de estos elementos, sino a través de su reinterpretación. En sus propias palabras, «¿ la modernidad¿ debe tener presente no sólo la tradición¿, sino también la moderna protesta contra esa tradición». En buena medida, esa teoría inspiró el Plan Especial que, conjuntamente con su gestión, le valió a Compostela el Premio Europeo de Urbanismo y, sobre todo, ser uno de los centros históricos mejor conservados de Europa. Sin renunciar al legado del movimiento moderno, Kleihues incorporaba algunos hallazgos de la postmodernidad con un lenguaje arquitectónico propio, el «racionalismo poético». A este propósito, traigo a colación el proyecto del pabellón de San Clemente. Su construcción suscitó una polémica bajo la que subyacía no tanto el problema de la altura, que presuntamente ocultaría las torres de la catedral, sino qué autoridad iba a prevalecer en la ciudad histórica: la de la administración autónoma, la municipal o la auctoritas del proyecto urbano. Para el arbitraje del conflicto se recurre a la Real Academia de Bellas Artes de Madrid. Varios arquitectos, entre ellos Álvaro Siza y el propio Kleihues, defendemos el proyecto global: Plan General, Plan Especial, pertinencia de las intervenciones contemporáneas. Nuestra posición logra un triunfo dialéctico y expositivo ante los académicos; con todo, se conviene en rebajar un metro el edificio para que no haya vencedores ni vencidos. Lo que interesaba se había ganado: la reintroducción de la modernidad en la trama compostelana, y a partir de ahí los encargos de otros arquitectos encontrarían el camino allanado. Hoy veo con agrado cómo algunos profesionales y administradores que estuvieron enfrente de aquel desafío lo hacen ahora suyo. Dibujos y palabras, ideas y convicción, razón y poesía, economía y sociedad. Josef Paul Kleihues tiene mucho que ver con todo esto y, por ello, le doy las gracias.