HACE años algunos auguraban que la autopista sería como una navallada al país. Pasado el tiempo, y prolongada la concesión hasta dentro de 42 años, la auténtica navallada es la que nos dan en los peajes. Algunos tramos son como carreteras en el desierto, apenas hay tráfico. Qué curioso, suele coincidir que son los más caros. ¿Acierta cuál puede ser la solución?