La Justicia sigue en el ayer

| VENTURA PÉREZ MARIÑO |

OPINIÓN

16 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

DE LOS poderes, instituciones y órganos que pueblan el Estado quizás sea a la Justicia a la que más le cuesta adaptarse a los cambios y a los tiempos. Se parece a un dinosaurio, torpe de movimientos y en perpetuo duermevela, que por veces se despereza y es tremendamente eficaz, pero que de forma inevitable vuelve a largos procesos de letargo. El problema es que es imprescindible un dinosaurio independiente y capaz, y que lo sea todos los días. Que este dinosaurio -la Justicia- está semidormido es lo que ha constatado la Cámara de Comercio de Barcelona-coincidiendo con la opinión que mantienen los ciudadanos-, que ha realizado una encuesta en 4.000 empresas, de la que se concluye que en la práctica casi todas, antes o después, tienen necesidad, activa o pasiva, de acudir a la Justicia, y que su opinión sobre la calidad del proceso al que se han visto sometidas es mayoritariamente negativa. Los principales problemas que han detectado son los de siempre, los mismos que ayer y anteayer. En primer término, la lentitud. Los procesos no tienen plazo de finalización y, lo que es peor, en algunos casos se eternizan. Y ya se sabe que una justicia lenta es poca justicia, y cuando llega tarde pierde, al menos, una parte de su valor. En segundo lugar, los empresarios denotan una falta de recursos inmediatos para que la Justicia se vaya adaptando a las necesidades allí donde surgen. Es decir, que dé respuestas a los nuevos problemas. Y en tercer lugar, para los empresarios existe una falta de adaptación de la Justicia al mundo empresarial; dicho de otra forma, opinan de la necesidad de especialización de los tribunales en asuntos empresariales. De todo ello resumen los empresarios el perjuicio económico y la inseguridad que los procesos judiciales largos provocan en el funcionamiento normal de los negocios. De ahí que, pragmáticamente, concluyan recomendando una serie de medidas suponiendo que sus empresas entrasen en números rojos. Pero la Justicia es diferente. ¿Alguien oirá las quejas?, ¿el próximo Consejo General del Poder Judicial tendrá entre sus objetivos el adaptar la Justicia a las necesidades de sus clientes? El dinosaurio se mueve con dificultad. Para la Justicia, el mañana probablemente sea el ayer, y el pasado mañana, el hoy. El dinosaurio seguirá en duermevela hasta que algún día alguien decida azuzarlo.