Otra voz que es un instrumento de música. Otra voz que sorprende, que agarra. Adele arrasó en los premios Grammy de este año y repitió esta semana con los galardones ingleses, los Brit. Adele tiene un registro enorme que te hace pensar en cúpulas y catedrales. Pero también sabe arrastrar su voz para sumergirte en el mundo submarino del jazz. Hay quien dice que el estilo de Adele es nuevo soul. Este chica inglesa, que fue descubierta cuando era una adolescente, conquista con sus notas. Su disco 21 ha arrasado. Es un álbum de desamor. Ella ha confesado que es el fruto de una ruptura muy dolorosa. Hay dos temas que están entre los más vendidos y que destilan tristeza, el primero y el último. No causa el extraño efecto que provocaba Amy Winehouse ni sale de su garganta la catarata de gospel que tenía Whithney Houston, pero Adele también quedará. Confiemos en que su carrera sea larga, a pesar de sus problemas físicos con esas cuerdas vocales con las que es capaz de crear desde el silencio una soga de sonido que te atrapa. Algunos apuntan a Ella Fitzgerald. Tal vez sea demasiado y demasiado pronto. Pero aquí está otra chica que al abrir la boca desde el escenario deja al público con la boca abierta.