A estas alturas existe ya un consenso general de que en el corto plazo solo la actuación del Banco Central Europeo puede resolver la crisis de la deuda española. Por eso, además de reforzar la exigencia al BCE para que actúe ya, también hay que precisar cuál es la mejor manera de que intervenga. En mi opinión es que el BCE compre deuda pública española en el mercado primario y no en el secundario.
Se llama mercado primario a las emisiones directas del Tesoro Público, en este caso el de España, para financiar al Estado vendiendo bonos o letras del Tesoro. Se estima que en lo que queda de año el Tesoro tiene que emitir 100.000 millones de euros para pagar deuda que vence y cubrir las nuevas necesidades de financiación. Por el contrario, en el mercado secundario, que es donde se fija la prima de riesgo, realizan operaciones de compra y venta entre sí las instituciones financieras que tienen títulos de deuda española. No sirve por lo tanto para financiar al Estado porque son operaciones entre particulares.
Es, además, un mercado mucho más amplio que el primario, que en el 2011 alcanzó los 20 billones de euros, cien veces más que el importe de la deuda emitida ese año por el Tesoro Público español.
Hasta ahora, cuando el BCE actuó lo hizo en este mercado con el objetivo de bajar la prima de riesgo. Pero es un error. Porque para actuar en un mercado de 20 billones hacen falta muchísimos más recursos que hacerlo en uno de 200.000 millones. Porque no sirve para financiar realmente al Estado. Porque, al final, es hacerle el juego a los especuladores que encuentran un nuevo cliente que compra deuda española con interés elevado.
Es mucho más simple, directo, efectivo y barato actuar sobre el mercado primario, esto es, acudir a la emisión de deuda. La cantidad es cien veces menor, el beneficiado es directamente el Estado, y su influencia sobre el tipo de interés de la deuda española es mucho más intensa.
Si el BCE declara públicamente que va a asegurar la cobertura de las emisiones de deuda del Tesoro español en lo que queda de año, esos 100.000 millones, a un tipo del 5 % en los bonos a 10 años, la incertidumbre desaparecerá indirectamente y con ella la especulación contra la deuda española y la prima de riesgo se desplomaría.
Si es tan simple, ¿por qué no lo hace? La razón formal es que el BCE lo tiene prohibido en sus estatutos, porque es el único banco central del mundo que no puede financiar de forma directa a los Estados, al contrario de lo que hace la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón. Pero el BCE podría perfectamente eludir esta limitación legal utilizando una vía indirecta, que las hay, para actuar. Y eso nos lleva a la razón real. Hasta que Alemania no consiga imponernos su plan de ajuste en su totalidad utilizará la prima de riesgo, la presión contra la deuda pública española, como su principal argumento.