Fue un personaje controvertido. Fue un británico que se infiltró en el mundo árabe para apoyar las guerrillas contra los turcos. Fue Lawrence de Arabia en la película que cumple este diciembre medio siglo. Son dos horas y media de historia inolvidables. Se grabó en Almería y en Sevilla y trabajó en ella Fernando Sancho. Pero el filme es obra de David Lean y tiene los ojos de Peter O?Toole en el papel principal. Lean ganó en cinco años catorce Óscar con dos de sus trabajos. Siete Óscar por El puente sobre el río Kwai y otros tantos para Lawrence de Arabia. Hoy esta película está considerada por el American Film Institute como la más importante del género épico, por delante de Ben-Hur, y ocupa el quinto puesto de todo tipo de géneros. Y es que las aventuras del británico junto a Omar Sharif están de lleno en la historia del cine. Apenas salen mujeres en todo el metraje. Y Marlon Brando no quiso hacer el papel principal. El presupuesto para la época fue grandioso: más de quince millones de dólares. Todo se hizo a lo grande. Entre toma y toma se barría el desierto para eliminar las huellas de los extras. Lawrence de Arabia nos recuerda una época en la que todo lo que tenía que ver con el cine parecía gigante, hermoso.