Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Pero a veces no es así. Ahí está la historia del cine para demostrarlo. A veces cinco palabras lo son todo, hasta para algo que también se cuenta en imágenes como una película. Hay millones de ránkings sobre las frases más famosos del cine. Pero ninguna como las que escuchan en las películas clásicas, de Casablanca a El padrino. En Casablanca hay muchos ejemplos. «El principio de una gran amistad, «siempre nos quedará París, «qué hace una chica como tú en un sitio como este» o esa maravilla cuando Humphrey le dice a Elsa: «Te está mirando, pequeña». En la mayoría de las clasificaciones la frase reina es la famosa de Lo que el viento se llevó. Cuando Clark Gable le espeta a Vivien Leigh: «Francamente, querida, me importa un bledo». Aunque hay quienes eligen como la más famosa la de Brando en El padrino: «Le haré una oferta que no podrá rechazar». Otras son más recientes y manidas: «Que la fuerza te acompañe», de La guerra de las galaxias, o «Vamos, alégrame el día», de Clint Eastwood en el papel de Harry. Y cómo no recurrir a la diosa Bette Davis cuando en Eva al desnudo suelta: «Abróchense el cinturón. Esta va a ser una noche muy movida».