¡Qué bien se gobierna y qué bien se ordena desde los despachos! Y cuanto más lejanos, mejor: así no les llega el crujir de la sociedad. La Comisión Europea, que conoce la realidad española por los fríos datos estadísticos que le llegan, ha descubierto que nos estamos ahogando bastante bien para su gusto. En consecuencia, no ha decidido lanzarnos un salvavidas, sino hundirnos un poco más para que nos ahoguemos mejor, no sea que alguien se vaya a salvar. Y ayer hizo públicas sus recomendaciones y exigencias ¡para el año 2014!, no sea que en esa fecha quede todavía algún superviviente o que en efecto haya un atisbo de recuperación.
Para empezar, le piden a nuestro Gobierno más reformas estructurales, que suelen ser el eufemismo de los recortes. Para continuar, dicen no sé qué de la reforma laboral; pero no piensen ustedes que es para expresar su deseo de que contribuya a crear empleo. No. Es para que se rebajen más los salarios, aunque reconocen que están cayendo a tasas superiores al 8 %. Eso indica un lindo y atractivo párrafo que celebra «cierta moderación salarial, lo que sugiere que la reforma laboral está empezando a tener impacto». Gracias, señor comisario europeo de Economía, por abrirnos los ojos sobre sus intenciones reales, porque aquí se nos vendió desde el Gobierno que la reforma se hacía para combatir el paro.
Eso, en lo que se refiere a las reformas. El otro gran capítulo de generosas propuestas es que nos suban algunos tipos reducidos del IVA y, ya metidos en harina Montoro, que suban también los impuestos de medio ambiente y en concreto los que gravan la energía. Y para que no falta de nada, le ordenan a Rajoy que ate más corto a las autonomías, que siguen gastando dinero por ese absurdo capricho que tienen las comunidades de atender a los enfermos, educar a los niños y hacer otras insolentes prestaciones sociales. Traducido al castellano: si Europa quiere embridar más a las autonomías, lo que quiere de verdad es que continúen los recortes y suprimir servicios.
Ese es el afectuoso recetario que Bruselas nos envía. Parece redactado a mala leche: justo cuando nuestros ministros nos acababan de decir que no harán falta más ajustes. Y nuestro Gobierno, al que le gusta más un piropo europeo o del FMI que una buena colocación de deuda, ¿qué creen ustedes que hará? ¡Pues qué va a hacer! Consolarnos con un «no hace falta» para contener la revuelta, pero ponerse a la orden. Aguantará este año por vergüenza torera y por darnos un respiro, pero ya han mandado al taller la soga que nos pondrá al cuello en el 2014. Y luego quieren que seamos europeístas. Cada día entiendo mejor a los que están de vuelta y sienten nostalgia de la peseta.