Crece la publicidad acerca de los avisadores, artilugios a bordo de automóviles que avisan al conductor de la proximidad en su ruta de radares, medidores de velocidad de marcha; el objetivo tiene poco que ver con la seguridad vial y más bien se pretende evitar infracciones.
En una de las enésimas modificaciones del régimen sancionador establecido en la Ley de Tráfico y ahora vigente, se prohíbe instalar en los vehículos inhibidores de radar, en tanto que -paradójicamente- se permite el uso de «sistemas de aviso que informan de la posición de los sistemas de vigilancia del tráfico». No parecen precisamente congruentes ambas reglas y, tal vez por eso, lo que ahora es leve rumor puede ser pronto algo más. Se dice, en efecto, que la próxima modificación normativa ha de prohibir el uso de estos avisadores. Ciertamente, no parece que el invento coadyuve a un modo de conducción armónico. Su horizonte está en otros predios.