17 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.
Suiza. Para unos, es el país al que emigraron, en el que trabajaron, en el que pagaron impuestos y que ahora les paga una pensión. Para otros, es el destino en el que esconden una fortuna obtenida de la especulación y de la evasión de impuestos.
Montoro ha decidido dar un trato diferente a cada uno. A los primeros, a los emigrantes, les exige que tributen por lo cobrado durante los últimos cinco años, pese a que los funcionarios de Hacienda repetían una y otra vez que no hacía falta pagar. A los segundos, a los especuladores, les ofreció una amnistía fiscal, un perdón a la medida de sus pecados.
Así es como entiende la justicia Montoro.