¿Qué es de aquel Rajoy que obtuvo la mayoría absoluta en las pasadas elecciones generales? Irradiaba optimismo y muchos fuimos los que creímos que con su llegada, y la marcha del nefasto Zapatero, las cosas en España mejorarían sustancialmente. Parecía difícil hacerlo peor que el de León. Pero el tiempo nos ha hecho asistir al lamentable espectáculo de la triste realidad. El presidente del Gobierno responde al perfil del desmoralizador por excelencia. España entera está desmoralizada, y eso es lo peor que le puede ocurrir a una ciudadanía que en buena parte las está pasando canutas. Rajoy promete y luego no cumple, y se encuentra rodeado de unos ministros la mayor parte de los cuales demuestran una supina incompetencia, y alguno, véase De Guindos, una mala educación y una falta de cuidado a la hora de soltar improperios con micrófonos a escasa distancia, impropia de uno de los miembros del Gabinete que a priori se consideraba más preparado. Necesitamos confiar en usted, señor presidente. Sé que a estas alturas no todos lo lograremos, pero por lo menos inténtelo. Para conseguirlo solo se me ocurre una crisis de Gobierno, y la mitad de sus ministros, para casa. Seguro que encuentra a otros que le ayuden en la difícil tarea de que volvamos a tener alta la moral.