Paco de Lucía, el genio que renovó el flamenco

Tomás Campos AL DÍA

OPINIÓN

28 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La muerte de Paco de Lucía deja en el mundo de la guitarra y en la música en general una gran pena. Se va joven, pero murió feliz y rodeado de su familia. Con su legado, impresionante, nos queda mucho por aprender y disfrutar tanto a los guitarristas de flamenco y a los de clásica como a otras músicas. Desde muy pequeño mamó el flamenco tradicional y a partir de ahí, en el contacto con otros músicos de jazz, pop, etc., revolucionó el flamenco. Sorprendió en un principio a los puristas, pero ahora es admirado por todos y el reconocimiento alcanza fuera de nuestras fronteras. Al contrario que la guitarra clásica, la flamenca se basa mucho en el ritmo y en el falsete, en la inspiración. Mientras nosotros recreamos la idea del compositor y los colores tímbricos, el flamenco y sobre todo Paco de Lucía, improvisaba, por ritmo, por bulerías, con una gran técnica e inspiración. Su sonido, de una gran potencia, parece un caballo desbocado, pero siempre está controlado.

Él fue de los pocos guitarristas que tocó el primer movimiento del Concierto de Aranjuez al tempo que era. Lo hizo con una prodigiosa técnica y le dio un aire muy renovado a la obra de Manuel de Falla. Con rítmica, impulso, brío, incluso metió un golpe más de dedo en el rasgueo, interpretación flamenca interesantísima... sin saber solfeo, sin conocer el lenguaje musical, lo que le da más mérito. Un guitarrista clásico le enseñó las notas y después, sin cambiar una sola, le aportó su propio ritmo y genialidad.

Realizó algunos arreglos más de Falla y, viendo sus vídeos y conciertos, es mucho lo que nos queda aún por aprender de Paco de Lucía. Todo lo hacía improvisadamente pero con una gran seguridad y un gran sonido. No es que improvisara sobre la marcha, estudiaba mucho y por eso se podía permitir ese acercamiento al original. Llevo muchos años dando conciertos y estudiando, pero él estaba en otra dimensión. También como ser humano, porque siempre fue recto por la vida y era una persona muy humilde y querida para todo el mundo.

Tomás Campos es guitarrista clásico y profesor del Conservatorio Superior de Madrid.