Asclepio e Hipócrates les aplaudirían

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

16 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Del dios griego de la medicina, Asclepio, que se enfrentó a Zeus, a Hipócrates, que hizo de la medicina arte y técnica. Zeus acabó con Asclepio con un rayo porque curaba a los muertos y le estaba vaciando el más allá. Se dice que el trabajo de los médicos y los enfermeros es una vocación. Todos los trabajos en los que se pone intención tienen algo de vocación. Ahí está el juramento hipocrático: «Me serviré según mi capacidad y mi criterio del régimen que tienda al beneficio de los enfermos, pero me abstendré de cuanto lleve perjuicio o afán de dañar». Es imposible olvidar que Teresa fue voluntaria en la atención al religioso. Y emociona leer a sus médicos cuando afirman que, «para Teresa, un día pasado, es un día ganado» y que ponen cuidado en el uso del traje, pero que su obligación es atenderla. Es fácil pontificar sobre la polémica, pero lo difícil es entrar en la habitación a hacer tu trabajo. Hartos de mimados que ganan un montón de dinero y que son puestos de ejemplo por el simple hecho de que juegan en equipo y se pasan la pelota. Es hora de aplaudir a todos los profesionales de la salud de este país que cumplen su obligación cada día a cambio de una nómina, sin más. Como en otros tajos. El dios Asclepio e Hipócrates también les aplaudirían.