Sondeos los hay de todos los colores y banderías. Como las teorías de los ufólogos políticos. Con la encuesta de las generales en la que salva los muebles Mariano Rajoy se podrían construir (o destruir) como mínimo tres gobiernos. Ese estudio dice que el PP llega a los 132 escaños. Podemos no gana, pero sí logra el segundo puesto con 89 diputados. Y Pedro Sánchez ya puede saciarse con la medalla de bronce y 80 escaños. Un tripartidismo que se completa con un empate entre Ciudadanos (11) con Convergencia i Unió (11). ERC se quedaría en 8. El PNV en 6, mientras que Rosa Díez se estrella con apenas 5. Amaiur se va a tres. E IU toca fondo con solo dos parlamentarios. La primera fórmula es la más revolucionaria. Con estos resultados se organiza un frente popular con Pablo Iglesias a la cabeza apoyado por Pedro Sánchez y con una necesaria tercera pata (o patada), que llegaría con que fuese la de ERC: 177 y ¡mayoría absoluta (y republicana)! Parece claro que Pedro Sánchez no se suicidaría de esa manera tan radical. Segunda fórmula: Pedro Sánchez mira hacia Alemania y apoya a Rajoy para una coalición de Gobierno. Apela a que la gente no quiere experimentos con coletas. Y, además, la suma sería la que daría una mayoría absoluta más sólida: nada menos que 212 diputados. Pero, para los votantes que le quedasen al PSOE, podría ser interpretado como otra manera de suicidio de Sánchez, esta vez menos radical: una especie de suicidio asistido. Tercera fórmula: hacer lo mismo que con la segunda, pero sin pacto de gobierno. Sin entrar en una coalición a la alemana. Ejercer la responsabilidad y permitir que el ganador, según este sondeo Mariano Rajoy, gobierne en minoría. Apoyarlo sin apoyarlo para esperar su momento. Todo si es que Pedro Sánchez sigue siendo el líder del PSOE y llega a candidato, como cuando se hizo este estudio. Queda mucho que escribir, que sumar y restar. Fascinante, porque lo que apostamos es el futuro.