Una gran idea pendiente de ampliación

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

11 dic 2015 . Actualizado a las 09:08 h.

Alguien lo dijo hace unos días y creo que tiene toda la razón: si hubiera elecciones todos los años, pagaríamos muchos menos impuestos. No siempre es así, porque en el 2011 hubo elecciones, lo primero que hizo el nuevo Gobierno fue subir el IRPF, aunque años después lo bajó. Tampoco todos los partidos están dispuestos a una rebaja fiscal, y Pedro Sánchez acaba de tener la honradez de decir que ahora mismo no es posible y que prometerla sería un engaño a los electores. Pero, establecidas esas dos notables excepciones, parece una norma de vigencia mundial incluir en el programa más dinero para atenciones sociales, milagrosa compatible con menos dinero a pagar al Fisco. Toda campaña tiene algo de subasta de bienestar, y la actual no podía ser menos.

Hecho este preámbulo, lo más original lo puso ayer sobre la mesa el presidente Rajoy: quienes tengan el primer empleo y los mayores de 65 que sigan trabajando en vez de jubilarse estarán exentos del IRPF. La idea es buena, porque es factible: estimula el empleo de los jóvenes y, con los mayores el Estado no pierde nada, sino que ahorra dinero de las pensiones, que buena falta hace para el futuro. Digamos que la propuesta del PP es de un populismo constructivo y además muy bien disimulado en la doctrina emanada de la calle Génova: ese regalo fiscal se hace con el patriótico objetivo de aprovechar la sabiduría de quienes tienen (tenemos) una edad y cuya experiencia no se puede desperdiciar.

Lástima que se haya tardado tanto tiempo en reconocerlo, porque ni los gobiernos del PSOE ni del PP se han dado cuenta hasta ahora, a pesar de las quejas ciudadanas por el desperdicio de tanto talento en todas las actividades, pero singularmente en la educación y en la empresa.

Y ahí termino los elogios, porque nada se ha dicho de las condiciones. No sabemos si es algo temporal, como la exención a los de primer empleo durante el primer año. No sabemos si es algo inmediato o habrá que esperar al final de la legislatura, como suele ser habitual. Ignoramos si el PP necesitará la mayoría absoluta para aprobar una medida de este tipo. No se aclara si afectará a la totalidad de los ingresos o solo a una parte. Y una curiosidad añadida: ¿habrá tope salarial para no pagar IRPF? ¿Afectará igual a la nómina de un empleado de banca que a los directivos de más de un millón al año? El señor Montoro, que tiene la última palabra, dijo que serían excluidos los salarios «desorbitados». Me quedo con la intriga de qué es un salario desorbitado. ¿En qué cantidad empieza a desorbitarse un salario? ¿Es igual de desorbitado para un partido de derechas que para un partido de izquierdas? Es una cuestión semántica, pero de un morbo que dará mucho que hablar.