«El proyecto de mi vida es mi vida»

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

16 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No hubo cara a cara. Hubo cuerpo a cuerpo. Y el análisis ya está hecho en la web de La Voz, en la sección de boxeo. Vayamos mejor con estas sabias reflexiones del periodista Carles Capdevila tras padecer algo relevante de verdad: un cáncer. Habla en la radio con Gemma Nierga sobre la vida, la salud, el poder, él, que dirigió un periódico, y sobre cómo se ve todo tras el dolor. Habla de las pocas mujeres que hay en el poder, sin que a nadie le extrañe. Habla de ingenuidad, de reivindicarla. «Es mil veces mejor un ingenio que un cínico». Explica la relación con una enfermedad que le llegó cuando estaba a punto de cumplir cincuenta años: «Pasé de los palcos VIP y de las filas cero a la sala de espera de un hospital público. Ahí me di cuenta de que eres mejor periodista al lado de la gente que sufre. La enfermedad te da una lucidez extraña. Pierdes miedos estúpidos. Tienes muy claro lo que te apetece hacer y lo que no». De esa lucidez saca otra afirmación estupenda: «El proyecto de mi vida es mi vida, no hay otro más importante». O esta afilada explicación otra vez sobre el poder: «Llegas al poder para hacer algo, y luego lo único que haces es luchar por mantener el poder. Le pasa a la mayoría». Carles Capdevila, que es en Internet un fenómeno hablando sobre su papel como padre de cuatro hijos, ha sido capaz de mejorar ese humor para enfrentarse al dolor: «Te ayudan los ojos con los que te mira tu hijo de cuatro años. O que, de repente, hasta tus hijos adolescentes te vuelven a abrazar. Casi no te lo crees. Otra sensación rara es que pasas a que te cuiden tus padres y tus hijos, aunque estás a punto de cumplir cincuenta años». Y la guinda: «Tenemos que valorar mucho más a la gente que se dedica a cuidar a los demás. Cuidar a los demás es un oficio maravilloso». Cuánta razón tiene: ese sí que es el oficio más maravilloso del mundo, no las crónicas de boxeo. Cuidar, qué verbo.