Glaciares, género y ciencia

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

02 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Una prestigiosa revista de Geografía, Progress in Human Geography, ha publicado recientemente un artículo que me tiene totalmente estupefacto. El artículo se titula Glaciares, género y ciencia. Un marco de glaciología feminista para la investigación del cambio medioambiental global, y sus autores, investigadores de la Universidad de Oregón, han recibido cerca de medio millón de dólares de financiación pública. A pesar de que el artículo ha sido publicado en enero de este año, ya ha generado una gran controversia en la comunidad científica, tanto sobre su contenido como sobre la correcta utilización de los fondos de investigación.

Como es posible que algún lector no lo crea, reproduzco a continuación el resumen del artículo: «Los glaciares son iconos clave de cambio climático y cambio medioambiental global. Sin embargo, las relaciones entre género, ciencia, y los glaciares -especialmente relacionadas con cuestiones epistemológicas sobre la producción de conocimiento glaciológico- se mantienen subestudiadas. Este estudio propone un marco de glaciología feminista con cuatro componentes clave: (1) productores de conocimiento; (2) ciencia de género y conocimiento; (3) sistemas de dominación científica; y (4)  representaciones alternativas de los glaciares. Uniendo estudios feministas poscoloniales y ecología política feminista, el marco de glaciología feminista genera un análisis robusto de género, poder, y epistemologías en sistemas socioeconómicos dinámicos, conduciendo por tanto a una ciencia e interacciones hielo?humanos más equitativas». Pues vale.

Como no entendí qué significa crear una interacción hielo-humanos más equitativa, lo que parece la aportación clave del trabajo, traté de averiguarlo, sin éxito alguno. Curiosamente el contenido del trabajo no cuestiona los actuales estudios sobre glaciarismo ni explica qué parte de ese conocimiento está afectado por las cuestiones de género. En resumen, y aunque no soy especialista en la materia, es demencial.

Veamos. Puede tratarse de una provocadora broma, lo cual sería sorprendente en una revista que ocupa el número dos del ránking en el área de geografía, o bien, y yo me inclino por esto, de una intoxicación de género. Si lo que se quiere mostrar es la discriminación de las mujeres en la carrera científica, o en la geografía específicamente, se me ocurren muchas formas mejores de hacerlo que a través de la glaciología feminista.

No pretendo criticar la política de publicación de las revistas científicas ni, mucho menos, frivolizar con las cuestiones de género. Solo trato de evitar que en un corto plazo aparezca un «marco de referencia de la botánica feminista» y me explote la cabeza, porque cuando se mezclan cuestiones serias que nada tienen que ver la gente tiende a tomárselas a broma. Vamos, pa quedarse frío, o fría.