El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dijo recientemente que estaba sorprendido de que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se hubiese vuelto «podemita», pues había regalado durante la última campaña electoral «cheques de AVE» y había prometido bajar los impuestos cuando hay que reducir el déficit. Utilizó el político catalán uno de los dos adjetivos -que también se emplean como sustantivos- cuyo significado común es ‘perteneciente o relativo a Podemos’.
Desde el punto de vista del uso, podemita desbanca por amplio margen a podemista. Una consulta a un buscador de Internet nos da 836.000 localizaciones para podemita y tan solo 34.000 para podemista. No obstante, la elección debe depender también de si estas voces están bien formadas.
El sufijo -ita forma principalmente gentilicios y otros adjetivos que expresan pertenencia: moscovita, vietnamita, jesuita, carmelita. Aplicado a nombres bíblicos, designa a los seguidores de ciertos personajes o a sus descendientes: ismaelita (descendiente de Ismael), camita (de Cam), benjamita (de la tribu de Benjamín). Algunos de los que con más energía rechazan podemita ven en su parecido con estos términos una forma de sugerir que Podemos no es un grupo de ideas, sino de creencias.
Sin embargo, lo que más desaconseja su empleo en contextos formales es que casi siempre se usa despectivamente. Basta ver quiénes lo emplean y en qué medios. En un diccionario podría aparecer con la definición de ‘perteneciente o relativo a Podemos’ y con las notas de coloquial y despectivo.
Por su parte, el sufijo -ista da nombres de oficio o profesión, como malabarista, taxidermista o lampista. También de seguidores de equipos de fútbol: deportivista, celtista, madridista. Y con él se forman adjetivos que habitualmente se sustantivan y suelen significar ‘partidario de’ o ‘inclinado a’ lo que expresa la misma raíz con el sufijo -ismo. Así, y yendo al campo político, el partidario del comunismo es comunista; el del socialismo, socialista; y el del centrismo, centrista. Obsérvese que la raíz con el sufijo -ismo da nombre a ideologías, escuelas o tendencias, que solo en algunos casos aparecen en la denominación de partidos. Entre estos no está Podemos. Aunque podría formarse podemista con el mismo derecho que ucedista y peneuvista.
Pero ha habido y seguirá habiendo nombres de partidos de los que no sale un sustantivo que designa a sus afiliados. De estos se dice entonces que son miembros de, por ejemplo, UPyD, Ciudadanos o Izquierda Unida.
Porque si hemos de dar con un nombre para cada caso, a ver quién se lo encuentra a los integrantes de las mareas.