El deporte más aburrido del mundo

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

18 oct 2016 . Actualizado a las 08:10 h.

Ya está aquí: la liga de las palizas. La brecha insalvable del dinero. El abismo entre unos equipos y otros. El que se haya ilusionado al comenzar el campeonato por los tropiezos de Barça y Madrid, que se relaje. La Liga es como la Champions, porque todo es cuestión de dinero. Ya está en Balzac: el dinero es poder. La Champions aburre hasta que empiezan los octavos, o casi los cuartos. Y encima este año la Liga tiene un candidato claro (o único): el Atlético de Madrid, los espartanos de Simeone. Llevan tres goles encajados en ocho partidos. Atrás son el muro que eran y encima están sobreprotegidos por el mejor portero del mundo, Oblak (ni Neuer, ni cuentos). Y estos espartanos que muerden en los tobillos, que se cierran como nadie, no tienen este año solo arriba a Griezmann. Ahora son espartanos con conexión 3G (Griezmann, Gameiro y Gaitán). Encima Yanik desbocado, Correa está fino y Torres siempre aportará algún destello. El Madrid y el Barça no aguantarán el ritmo estable del Atlético. Son equipos con rango más de Champions. Ahí es donde en los cruces claves del continente pueden hacer que llore Simeone, a pesar de las mejoras, otra vez las lágrimas más amargas. La Champions está más abierta, porque, en la fase caliente, a doble partido, en solo 45 minutos, tipos como Messi o Cristiano te pueden destrozar todos los planes. O tal vez el Bayern, el City o, al fin, el PSG. Pero hasta que estemos en cuartos será un aburrimiento. Como este fin de semana ha empezado de verdad el largo bostezo del fútbol doméstico y domesticado por las diferencias salariales. Arriba compiten unos pocos, y luego hay un montón de equipos del montón, de clase media baja, que se matarán entre ellos por sobrevivir. Hay más emoción en el baloncesto o en el balonmano, deportes menores que deberían de ser tratados como deportes mayores. La adrenalina no corre por el césped del once contra once. Se rumia demasiado el balón en el pasto.