La actualidad está condicionada por Pedro Sánchez, que fue capaz de derrotar en las primarias socialistas a Susana Díaz con la misma contundencia que Pablo Iglesias a Íñigo Errejón en Vistalegre 2. El madrileño es ahora un héroe ciudadano que incluso reivindica el espíritu del 15M y define España como un Estado plurinacional. Puro márketing para proyectar una idea renovadora y jovial de un histórico PSOE que cierra filas con el PP ante el desafío secesionista. El elector conoce muy bien a Pedro Sánchez, un político que se manifiesta infantil porque se empeña en ideas que solo ve él. De hecho, mientras Albert Rivera y Pablo Iglesias nos abochornan un día sí y otro también con su desprecio mutuo, Sánchez nos vuelve a explicar que ambos le harán presidente. Todo el mundo sabe que esto no va a suceder y su insistencia nos aburre. Además, nos habla de la plurinacionalidad de España, pero se sitúa en contra de una solución negociada para Cataluña porque está esperando el desenlace del Maidán hare krishna de Puigdemont y Junqueras, que se tiene que saldar con el fracaso de todos, pero muy especialmente del PP de Rajoy y de los gestores de un procés que no alcanzará la independencia. Un Maidán alimentado por la respuesta siempre judicial del PP de Rajoy y la sumisión orgánica del PSOE a los amos uninacionales andaluces que acaban de ser laminados. Que se aplique el 155, nos dice el jerarca sevillano en la incomprensión absoluta de lo que sucede mientras se destruye el PSF de Hollande.
En España no tiene que haber elecciones generales hasta la prórroga de estos presupuestos, lo que nos lleva al 2019. Luego debemos suponer que Pedro Sánchez actuará en cuanto pueda, porque el más objetivo de los datos es que su único proyecto es él y su única ambición es ser el presidente del Gobierno en lugar de Rajoy; y esta ambición desmedida es la fuerza que aprovecharán sus adversarios. Descartada la idiotez de las fuerzas políticas del cambio, Pedro Sánchez llevará a su partido a la comisión para el estudio de un referendo en Cataluña, porque solo así podrá asegurar el respaldo de ERC y del PDECat. Sin embargo, salvo que los jueces dejen en la raspa al PP en estos meses, y esto es algo que puede suceder, algunos preferirán privilegios y beneficios exclusivos antes que terminar con el Gobierno de Rajoy. Nos referimos a los del PNV, porque mucha nación, mucho pueblo vasco y mucha historia, pero encantados con la España de las autonomías. Paradojas de la política, como la inminente victoria de Ximo Puig sobre el candidato oficialista en las primarias de los socialistas valencianos.
Superados los sucesos de octubre con descrédito para España y para el PP de Rajoy, Sánchez puede presentar una moción de censura situando a su partido en la certidumbre plurinacional del Estado, que es la solución negociada para Cataluña. Una moción que puede prosperar, porque el PNV ya sacó ventaja y hacia el mes de noviembre tendrá argumentos para interrumpir la continuidad de Rajoy.
Descartada la idiotez de las fuerzas del cambio, Pedro Sánchez llevará a su partido a la comisión para el estudio de un referendo en Cataluña