Afronta nuestra selección un campeonato decisivo. Observar si el proceso de regeneración del equipo va por buen camino. Y demostrar que el ADN competitivo de este grupo de oro, se traspasa a la nueva camada que llega empujando. Lesiones, retiradas y ocasos, crean un cierto sabor a nuevo del equipo nacional.
Primero fueron las retiradas de Calderón y Reyes, luego vino la ausencia de Mirotic por su futuro incierto en NBA y la necesidad de recuperación de Rudy Fernández. Se unió la desaparición de Ibaka y cerró el tarro, la fatal lesión de Sergio Llull, el motor por el cual entra esta nueva hornada a la selección.
Scariolo se ha encontrado con dos grupos, que ha ido logrando conexionar dentro de la preparación. Ese ha sido el objetivo primordial en esta fase. Los experimentados (Pau, Marc, Navarro, Ricky, San Emeterio) han tenido que buscar la química con la llegada de los nuevos (Vives, Sastre, Oriola, los hermanos Hernangómez). Y en ello anda España.
También ha tenido que adaptarse a una fórmula nueva. España juega con dos cincos en pista. Los Gasol probaron esa receta con anterioridad, pero Oriola y Juancho Hernangómez la están catando. Un modelo diferente, ante un baloncesto actual que quiere y necesita del cuatro abierto para que todo fluya. Por aquí se nota la importancia de Mirotic. Y es una de las novedades tácticas de la selección. Guillermo Hernangómez es el único cuatro que disponemos. Y le faltan kilómetros de rodaje en experiencia internacional.
Porque esa es la otra medida del equipo. Scariolo sigue buscando en quién confiar cuando lleguen los momentos importantes. La Pau Gasoldependencia es normal. Porque este tipo es extraterrestre, pero necesita de compañeros en los cuales pueda fiar esos momentos del todo o nada. El ocaso de Navarro (que aparecerá en algún momento para despedirse como se merece y respeta) y lo de Lllull, provocan ese sentimiento que será necesario encontrar.
Vamos, que viene un Europeo distinto pero al cual, en casi todos los sitios, acaban dando a España como la gran favorita para lograr subirse a lo más alto del cajón. Vayamos paso a paso y disfrutemos de esta experiencia maravillosa. Toca revolcón.
Alberto Blanco es asistente técnico del Rytas lituano