Las Cíes: un aviso a navegantes

Andrés Precedo Ledo CRÓNICAS DEL TERRITORIO

OPINIÓN

XOAN CARLOS GIL

07 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace 50 años pisé por primera vez las bellísimas islas que cierran -o abren, según se mire- la magnífica ría de Vigo. Desde entonces forman parte de mi imaginario visual más selectivo. Hasta ahora las hemos conservado en un magnífico estado, a pesar de tantos años y tantos visitantes. Es ahora, cuando su fama saltó a los medios y a las redes y cuando se incorporó a la promoción turística masiva, cuando el equilibrio se empieza a poner en riesgo. Hace años que se está sobrepasando el cupo asignado de visitantes, sin que nadie hiciera nada; hace años que las navieras multiplican frecuencias y puertos de salida, lo cual inevitablemente lleva consigo el incremento de visitantes, y hace años que las visitas crecen de manera exponencial. Ahora sabemos que se llegaron a falsificar los billetes para poder ganar más dinero y no ser penalizados por traspasar el cupo asignado. Un hecho gravísimo que es ya un aviso a navegantes, y nunca mejor dicho.

Año tras año, vemos cómo la playa de Rodas, la principal del archipiélago, se posiciona entre las más valoradas, conjuntamente con la de As Catedrais en Ribadeo. Quienes así las valoran las perciben como un enclave paisajístico y natural excepcional. Hay cruceros, de esos de pequeño tamaño pero de alto nivel, que hacen escala en el puerto de A Coruña y después se dirigen a las Islas Cíes, para fondear un día delante de tan excepcional paisaje, para después seguir al próximo puerto, generalmente Oporto. En pocos casos ocurre algo así, lo que demuestra el valor del archipiélago vigués, que Cangas y Baiona alguna vez se disputaron. Ahora todas participan en el negocio.

Es lógico que un recurso como este diera lugar a una intensificación de su promoción turística, principalmente desde el gobierno local de Vigo, ya que muchos obtienen beneficios económicos interesantes, pero no debemos olvidar que estamos ante un espacio sensible, que no puede ser promocionado como si de una playa de moda se tratase. Un espacio que forma parte de un Parque Nacional, el de las Illas Atlánticas de Galicia, y que en su conjunto debe ser protegido, porque la misma masificación que hay en las Cíes, también se da a veces en Ons. De momento Sálvora y Cortegada están a salvo, así como otros pequeños islotes. Está bien que lo utilicemos para nuestra proyección turística, pero mejor será si logramos que esa promoción se haga sabiendo que tiene unos límites de uso muy claros.

Pero el tema va más allá, porque aporta una buena ocasión para que todas las personas que, de una manera u otra, estamos implicados o interesados en el turismo, reflexionemos para decidir qué tipo de turismo queremos para Galicia. Entre el turismo low cost, el turismo de masas, y el turismo sostenible hay una gran distancia. Y esa distancia no debemos reducirla, porque será Galicia la que a medio y largo plazo salga perjudicada.