El problema de «rallar»

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

24 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay una cuestión ortográfica que ralla a algunos hablantes. ¿O los raya? Se trata precisamente de saber si el verbo con el que se expresa la idea anterior es el que se escribe con i griega o el que lleva elle. Según el diccionario de la Academia, una de las acepciones de rayar es ‘trastornar o volver loco’. A rallar le atribuye, entre otros significados, el de ‘molestar, fastidiar con importunidad y pesadez’.

Ambas definiciones suelen ser intercambiables, pues la primera, ‘trastornar o volver loco’, se suele usar en sentido figurado para indicar que se está molestando a alguien. ¿Cuál elegir? El problema ha surgido más de una vez en foros donde expertos de la Academia tratan de resolver las dudas de los hablantes. Siguiendo lo expuesto en el 2005 por el Diccionario panhispánico de dudas, han manifestado que, con ese sentido, la única forma correcta es rayar: «El uso propio del habla coloquial e informal de hoy con el sentido de ‘marear o volver loco [a alguien]’, a menudo por la insistencia en alguna cuestión, o ‘volverse loco u obsesionarse con algún asunto’ es el del verbo rayar(se)».

La clave de esa elección radica en la etimología. Rallar procede de rallo (‘rallador, utensilio de cocina con el que se desmenuzan cosas’), que a su vez tiene su origen en el latín rallum (‘raspador’, ‘raedera’). Por su parte, rayar viene del latín radiare (‘despedir rayos’). Hemos tardado 280 años en caer en la cuenta. Rallar ‘molestar’ está en el Diccionario desde la primera edición de este, en 1737. Ya entonces se definía casi igual que hoy: «Metaphoricamente vale molestar o fastidiar, con importunidad y pesadez». El rayar ‘trastornar’ no entró en el Diccionario hasta el 2001. Se indicaba entonces que se usaba en Argentina, Chile y Uruguay. En la edición del 2014 se suprimió esa nota.

Hacía tiempo que la Academia parecía tener claras las cosas, lo que le permitió anunciar en el 2013 que la acepción «obsoleta» de rallar iba a ser suprimida del Diccionario. Cinco años después, sigue en él, no sabemos si por despiste o por decisión consciente. Y en esa casa es norma que, cuando chocan dos criterios, prevalece el más reciente. Mientras rallar ‘molestar’ no desaparezca en una futura revisión del DLE, no podrá tacharse de incorrecto el título de una entrevista con Beatriz Mato publicada hace solo unos días: «Me ralla mucho el postureo». Galdós hubiese dicho que le rallaba las tripas, expresión que también está [por ahora] en el Diccionario.