Sin disponer todavía del informe oficial de las causas del accidente del avión indonesio operado por un Boeing 737 Max 8 accidentado en octubre del 2018, vuelve a ocurrir una nueva catástrofe aérea del mismo modelo y fabricante aeronáutico. Ambos siniestros presentan similitudes al coincidir los dos aviones en reportar un problema después del despegue y tener las dos tripulaciones dificultades para mantener el control de las aeronaves. Nos encontramos, por tanto, con el gran dilema de seguridad operacional de tener que investigar y dilucidar la relación existente entre las dos catástrofes aéreas para poder definir si tienen una causa común o responden a problemas diferentes.
Como factor favorable para el cometido investigador, afortunadamente se han encontrado las cajas negras del vuelo etíope ET302 tanto el sistema de datos de vuelo (FDR, Fly Data Record) como el sistema de registro de voces y sonidos de cabina (CVR).
Aunque siempre hay que ser cauto y esperar al informe final de los accidentes aéreos, parece orientar el hecho de que los pilotos de los dos siniestros hayan reportado problemas en la misma fase de vuelo, lo que semeja descartar un error o factor humano en el accidente, y tener que investigar en profundidad el papel jugado por el sistema automatizando de control de vuelo (el piloto automático) o un problema mecánico asociado a los estabilizadores, ya que este último supuesto se basaría en que testigos oculares vieron humo y traqueteos que apuntan a una pérdida del control del avión etíope.
Hay que poner de manifiesto que los mecanismos de seguridad operacional aérea son muy rigurosos y han ido superándose a lo largo de la historia de la aviación, logrando que en la inmensa mayoría de las catástrofes se hayan aclarado sus causas.
La Agencia Federal Civil norteamericana (FAA) junto con la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos (el país de fabricación de las aeronave y de la constructora aeronáutica, la Boeing), la Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA) y las aviaciones civiles de Etiopía e Indonesia tendrán que arrojar luz al terrible interrogante.
Manuel Ameijeiras fue director general de Aviación Civil y presidente de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea