No acabo de entender por qué vivo en un país que se avergüenza de ser potencia forestal ¿Alguien me lo explica? A mí y a miles de productores forestales. De paso que nos expliquen por qué Galicia ha de avergonzarse de ser productora de eucalipto. Y, al terminar, que se den una vuelta por Jaén y les digan que el monocultivo es un desastre, así que talar olivos y a otra cosa. Y a los incendios, que los olivos no arden. Otra fake news. Es en el norte de Galicia donde reside nuestra fuerza forestal y allí no hay incendios. Ahora llegará un iluminado y me dirá que llueve más. No soporto tanta debilidad mental. En algún momento tenemos que salir del armario y gritar «¡somos potencia forestal! ¿y qué?». Es más, lo que tenemos que hacer es, cada año, un sarao de la leche para que España entera sepa que somos la capital forestal de la Península. Y si las administraciones se ponen de perfil, que se pongan, lo que sí, nadie les debe permitir que se desdigan. Inseguridad jurídica, no. Eso no. Esto no es una república bolivariana. La Administración no puede decir un día una cosa y al siguiente, otra, y bueno, si fuera a las veinticuatro horas aún tendría un pase. Lo que no tiene ninguno es que los servicios jurídicos de Sostenibilidad de la Costa un día opinen que es conforme a derecho la ampliación de la concesión de la planta de ENCE y, con un cambio de gobierno, esos mismos servicios digan lo contrario ¿La Administración quiere a ENCE fuera de la ría? Perfecto. Bajen, negocien, indemnicen y busquen un nuevo espacio. Sí, una nueva ubicación, porque Galicia sí necesita una celulosa, o dos, o tres ¿Le asusta? ¿Riesgos medioambientales? La tecnología actual permite reducirlos a la mínima expresión. Véase Finlandia, diecinueve plantas. Lo que no permiten las ideas felices es crear los cinco mil empleos directos más indirectos de ENCE, o dar ocupación al 30 % de los trabajadores forestales, ni crear un ecosistema de 1.800 proveedores. Su cierre reduciría nuestro PIB, el autonómico, en cerca de un 1 %, y le restaría a la hacienda pública cerca de 40 millones de euros al año. Y todo ese daño lo asumiríamos nosotros, porque ella desplaza su producción a Navia y punto pelota. Riqueza gallega traspasada a Asturias, ¿y por qué? Por esa vergüenza de negar nuestra industria forestal, por no querer asumir que desde los años cuarenta el eucalipto saltó de los jardines a nuestras leiras, y no porque Franco nos lo impusiese, no, simplemente porque nos dio de comer. Así de crudo es, y así de crudo sigue siendo.