Ensayos clínicos, claves para avanzar contra el cáncer

Xosé R. Bustelo

OPINIÓN

11 abr 2019 . Actualizado a las 20:12 h.

Los ensayos clínicos están dirigidos a testar en grupos de pacientes la eficacia y los posibles efectos negativos de nuevos fármacos. Este es un proceso muy selectivo en el que solo sobrevive un porcentaje muy pequeño de los compuestos inicialmente examinados. Esta tasa alta de fracaso, combinada con el esfuerzo que se tuvo que hacer previamente en su desarrollo, explican el alto coste de los nuevos fármacos antitumorales que logran pasar a la práctica clínica diaria. Un informe realizado recientemente por nuestra asociación, la Fundación La Caixa y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) indica que los oncólogos de nuestro país se caracterizan por un alto grado de implicación en la realización de ensayos clínicos. Este esfuerzo es comparable, e incluso superior, al que realizan oncólogos de países de nuestro entorno.

 Sin embargo, nuestro informe también detectó algunos aspectos a mejorar. Por un lado, se vio que la mayoría de los ensayos clínicos realizados en España no son coordinados por oncólogos españoles, sino por colegas de otros países. Además, la gran parte de dichos ensayos están relacionados con la evaluación de compuestos desarrollados por empresas farmacéuticas. Esto hace que estos giren en torno al testado de fármacos contra cánceres que, por su prevalencia, tienen alto interés comercial. Esto no es negativo en sí mismo, ya que permitirá mejores tratamientos para los pacientes afectados de dichos tumores en un futuro próximo. Sin embargo, sí se echa en falta ensayos clínicos iniciados por oncólogos que aborden el tratamiento de cánceres con menor interés comercial, así como la mejora de la calidad de vida de pacientes sometidos a terapias ya conocidas. Un motivo que explica la poca relevancia de estos estudios en España es la falta de financiación pública que compense el poco atractivo comercial de los mismos. Como ejemplo un botón: Francia ha dedicado 40 veces más financiación (120 millones de euros) que España a este tipo de trabajos durante el sexenio 2012-2017.

¿Cómo solucionar este problema? Afortunadamente, España y Galicia tienen una excelente red de grupos de investigación y oncólogos capaces de llevar a cabo este tipo de estudios. El reto real es, por tanto, tener una estrategia a largo plazo que permita promocionar y realizar de forma efectiva estos ensayos. Me consta que muchas asociaciones de pacientes, como la Cris-contra-el-Cáncer y la propia AECC, apoyan ya este tipo de investigaciones con financiación directa en algunos casos. Sin embargo, dado el volumen económico que implican, la solución integral a este problema tendrá que venir asociado a una apuesta decidida por parte de las administraciones públicas. Los investigadores y, sobre todo, los pacientes, se beneficiarían enormemente de ello.