Suele pronosticar con considerable acierto el instituto demoscópico de La Voz de Galicia, Sondaxe. La encuesta de ayer ha sorprendido a muchos. Principalmente a aquellos que llevan meses vaticinando la subida rotunda del PSOE, empezando por la institución que todos pagamos, el CIS, y que dirige un exmiembro de la ejecutiva socialista. Hace pocos días aseguraba que el partido de Sánchez doblaría en porcentaje de votos al segundo partido, el PP: para los socialistas más del 34% y para los populares el 17%. Lo publicado ayer por este periódico dista mucho de la virtualidad señalada por José Félix Tezanos; así, los diecisiete puntos de diferencia que otorga el CIS entre PSOE y PP, en la encuesta de Sondaxe se reducen a siete. No repetiré los datos que ustedes han podido desgranar a conciencia en las páginas de nuestro diario. Pero sí insistiré en lo más llamativo de la encuesta y que se aparta de la tendencia dibujada por otros estudios sociológicos veraniegos. Pues mire, lector, para mí lo más notable es que el PSOE baja cuatro escaños y, por lo tanto, la táctica puntual diseñada por los asesores de Moncloa semeja un fracaso sin parangón de estrategia política. Porque Sánchez concova elecciones para subir en diputados y gobernar con mayor holgura, sin embargo, no solo gobernará más apretado de votos, sino que tendrá que coaligarse por lo menos con dos agrupaciones políticas (la de Iglesias y la de Errejón) para formar el Ejecutivo.
Un éxito notable, sin duda. Como éxito también parece el alcanzado por el líder Rivera que, lejos de aparecer como el referente de la oposición, se hundirá en una sima de difícil medida en este momento. El PP progresa adecuadamente, una vez abandonado el ridículo tono «derechoso» que lo embargó en los anteriores comicios y, según todos los indicios, su tendencia al alza no disminuirá antes del 10 de noviembre. Es decir, los diecisiete puntos de diferencia que daba el CIS y que Sondaxe reduce a siete, pueden continuar menguando.
Sin embargo, a mi parecer, lo más sorprendente de la encuesta de Sondaxe son los resultados en Galicia. Esta es la lectura de lo destacado: reaparece el BNG, aparece Errejón, Podemos no pierde ni un solo diputado, el PSOE pierde uno y gana el PP remontando actas. Resulta llamativo que, en la única comunidad donde según el inquérito el PP va a ganar al PSOE el 10 de noviembre, el bloque de la izquierda alcance trece diputados y suba respecto al 28 de abril, algo que la remontaría a unos resultados históricos. Es una encuesta. Pero es una encuesta de un instituto que suele acertar. A mí solo me queda la duda de la cara que habrán puesto los asesores de Sánchez al conocer estos datos. La jugada parece que les saldrá muy mal. Aun ganando, pierden. Veremos.