La moratoria como pretexto

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

LÍA PAZ

07 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Define el diccionario de la RAE la moratoria como la prórroga en el plazo establecido de algo, especialmente en el pago de una deuda o el cumplimiento de una obligación. Pero los señores académicos deberían darle una vuelta a esto y otorgarle una nueva acepción. Algo así como ‘dícese del tiempo perdido por las clases dirigentes en la toma de decisiones y que más tarde utilizan como pretexto para justificar su ineficacia’. Más o menos.

Porque las moratorias son eso; un tiempo perdido pensando en el ya se hará cuando haya que hacerlo. Y si el plazo se acorta, siempre queda el recurso de exculparse argumentando que no se respetó lo pactado. Es lo que acaba de ocurrir en el drama que se cierne sobre 700 familias gallegas a propósito de la decisión de Endesa de cerrar su planta de As Pontes.

La empresa inició hace ya diez años el proceso de cierre de sus térmicas. Y aunque estuvo jugando a las rebajas con las fechas de la pontesa, pasando del año 2045 al 2025, se sabía, a nada que se leyesen los periódicos, que iba a ocurrir lo que está ocurriendo. Y el adelanto de los plazos pilló a nuestros señoritos con las manos en los bolsillos. Como siempre. Porque, ¿qué medidas se tomaron de cara al cierre en este tiempo? Pues las mismas que en la reconversión naval de los años 80. Ninguna. Ni un plan de reindustrialización, ni planes de choque, ni proyecto empresarial alguno.

Estamos tan contentos con la lucha contra el cambio climático que creímos que la solución nos iba a llegar como el maná que, según parece, cayó del cielo. Pero esto no es ciencia ficción. Esta es una realidad que pone de relieve la tragedia de cientos de familias y la incapacidad de nuestras clases dirigentes que, lejos de aparcar diferencias y sentarse a buscar soluciones, dedican su tiempo a enzarzarse en refriegas. En echarse en cara las responsabilidades. Y la Xunta, aunque en este caso carezca de competencias, tiene la responsabilidad, como el Gobierno central, de hacer de Galicia un país habitable y ya no digamos próspero. No lo digamos porque es una fantasía.

Feijoo, que inició las hostilidades en el primer minuto, pidió a las fuerzas políticas estar a la altura del momento. Sería la primera vez. Volverán a hacer lo de siempre, sobre todo porque ahora sí tienen la moratoria como disculpa.