4 x 1

abel veiga EN LÍNEA

OPINIÓN

13 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tranquilo querido lector, no escribiré ni de aritméticas, ni álgebras ni geometrías, sean estas variables o no. 4 x 1 significa, otra cosa es el valor y el resultado, el precio que cuesta cada ministro o ministrable de Podemos o Unidas Podemos, o como ya quieran llamarles. Han tocado por fin las alfombras y oropeles del poder. Otra cuestión es si ese poder es real, descafeinado o azucarado en exceso. Sánchez, cual si fuera socialista resabido, ha esperado, ha aguantado, ha encajado la siempre vanidosa soberbia de algunos de querer figurar y mandar y anunciar sus ministros cuál si fueren patrimonio o heredad, y ejerce sus funciones como presidente. Ha tenido tiempo para madurar. Para ver cómo el arrojo y el descaro de unos de sus vicepresidentes diciendo y cuasi ordenando sus ministros no esperaba los tiempos que en la liturgia política y parlamentaria han de aguardarse. 

Le acaba de propinar una receta amarga, agria, adusta. Por cada ministro tuyo yo nombro a cuatro. Y amputo competencias y funciones. Control férreo. Desconfianza y recelo. Esta es la lección, pero también la lectura que podemos sacar. Veremos si verdaderamente se cohesiona o no el Consejo de Ministros y no hay dos Gobiernos o una parte dentro del todo. La relación 1 a 3 con que hablaron o pensaron quiénes negociaron acaba de saltar por los aires. Los egos también lo harán. Como igualmente veremos la profunda inexperiencia en la gestión burocrática y ministerial de quiénes nunca han estado al frente de un cargo público. Hablar, opositar, opinar, denigrar es sencillo, podemos hacerlo casi todos, cuestión distinta es gestionar un presupuesto, un ministerio, una secretaría de estado o una dirección general.

Las críticas han arreciado, y se ha tachado al presidente de despilfarro, de colmar aspiraciones personales y multiplicar asesores y adscripción de funcionarios. En un presupuesto de miles de millones de euros no es dramático, pero ¿en verdad necesita España y, sobre todo, uno de los Estados más descentralizados del mundo un consejo de ministros de 23 miembros? Menos mal que la palinodia mental no llega al extremo de otros países, próximos y punteros, de nombrar ministros sin cartera con tal de contentar a acólitos, a coaliciones o a cohabitaciones.

Pero no se preocupe querido y amable lector, este país, España, mal que pese a unos pocos, aguanta con todo. Siempre lo ha hecho, aunque eso sí, casi todo el tiempo que lo hizo, fue resignada y calladamente hasta que la chispa explota y nos matamos entonces a garrotazo limpio. De eso sabemos mucho también los españolitos de a pie. Entre tanto, Casado y los suyos se empeñan en seguir en las fases del riguroso duelo hasta que acepten y acierten con la realidad de España y sus múltiples problemas. Esperar, como hizo el antecesor, a que se despeñase solito Zapatero, no tiene tampoco mérito ninguno. Es hora de proponer, de crear, de generar, de debatir, de tomar iniciativas, de ganar el debate, porque jugarse la carta a que, primero, no te sieguen la hierba bajo los pies los tuyos y, después, que la izquierda se desgañite y destroce entre sí, algo de lo que son maestros, ni tiene mérito ni tampoco rezuma inteligencia alguna. Pero dejemos el vocablo de inteligencia al margen.