La pregunta tiene fácil respuesta. ¿Por qué Vox y Ciudadanos tienen poco eco en Galicia? Por el desconocimiento de nuestra realidad. La distancia enfría. La cercanía lo es todo. En política, también. Ciudadanos empezó con mal pie. Aquellas declaraciones sobre que el AVE gallego no era tan urgente. O la boutade de que el programa que tenían para Galicia era el mismo que para España, que no necesitaban una letra pequeña para nuestros problemas. Toni Cantó no ayudó con su guerra contra el acoso al castellano en un país que tiene acoplado un bilingüismo ejemplar, donde si acaso el que sufre es o galego. Vox ejerce de paracaidista a distancia, igual que el humo naranja de Cs. En el caso de Vox, todo es más radical, como su libro sin estilo ordena. Vox se ha sumado a Cs en la preponderancia de un idioma gallego subvencionado que no tiene reflejo en la realidad hablante y falante de los gallegos. Galicia es una nación cultural y lo llevamos con un orgullo total. Utilicemos más o menos galego, que nadie toque a nosa fala, de lo que venimos todos, con una literatura entre las mejores del mundo. Que nadie nos mente a Rosalía, si no es para adorarla. Ya le gustaría a las gentes de Vox y Cs tener en sus listas para Galicia a alguien del nivel estratosférico de la autora de Follas novas (ahora Rosalía de Castro nombra hasta a una estrella). Señores de Vox y Cs, no confundir a la poeta con la otra Rosalía, por favor. Que sois capaces. Vox se presenta en las autonomías como caballo de Troya. No tienen ni candidato a presidente para los gobiernos gallego y vasco. Solo Abascal es candidato. Ellos quieren cobrar los sueldos, y todo lo que sea necesario, pero con el fin de dinamitar las autonomías desde dentro. Hasta el supremo y amado líder Abascal ha dicho que Feijoo es Jordi Feijoo, en un alarde de El club de la comedia. Le acusa de ser un presunto nacionalista, algo que traducido en Galicia, como galeguista de tomo y lomo, lo somos casi todos, es motivo de orgullo. Un piropo enorme. Son los políticos de Vox y Cs los que más hacen peligrar el gallego y a Galicia (nuestro AVE. nuestras preocupaciones). La radicalidad de Vox choca frontalmente con una de las mayores virtudes de esta tierra verde y azul: el sentidiño. En Galicia apenas están ni se les espera a Vox y a Ciudadanos por marcianos. No nos gusta que nos miren como caricaturas de su zoo.