En toda crisis existe una oportunidad

Ana Golpe EN LÍNEA

OPINIÓN

JuanJo Martín | Efe

20 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La extraordinaria situación en la que nos encontramos estos días nos está regalando uno de los bienes más preciados: el tiempo. Se nos está brindando la oportunidad de no solo aguantar la tormenta, sino de cambiar nuestro estilo de vida para vivir vidas más sanas y plenas.

Es de vital importancia alimentarnos con productos naturales, elaborar nuestras propias comidas con alimentos frescos tal y como se ha venido haciendo desde siempre, hasta que los ultraprocesados se han instalado de forma permanente en el día a día. Nuestro estilo de vida nos ha llevado a tener que elegir a qué dedicamos nuestro escaso tiempo libre. Lamentablemente, podríamos decir que en la mayor parte de los casos sacrificamos el tiempo dedicado a nuestra salud y, dentro de ella, a la alimentación. La inmediatez de los alimentos ultraprocesados nos hace creer erróneamente que ganamos tiempo, pero la realidad es que se lo restamos al cómputo general de la vida.

Ahora sí tenemos la oportunidad de experimentar en la cocina platos saludables, podemos aprender por fin a llevar una dieta sana. Tenemos a nuestra disposición todos los recursos necesarios para conseguirlo. Es sabido por todos que en Internet podemos encontrar infinidad de recetas de platos sencillos, sabrosos y saludables. Aprovechemos también la comunicación con nuestros familiares para recuperar recetas caseras que inevitablemente se van perdiendo. Escuchemos a nuestros mayores y aprendamos de ellos porque la cocina que han practicado toda su vida es la más recomendable para nuestra salud. Disfrutemos experimentando en nuestras cocinas, ya sea los que están solos o los que comparten estos días con niños, porque también será una excelente forma de educarlos compartiendo estos momentos y para que en un futuro ellos también aprendan la importancia que tiene la comida casera para nuestra salud. Compartamos nuestros platos elaborados con los seres queridos (de forma virtual) para que sigamos forjando esos vínculos que fueron y son alrededor de un plato. No se sabe cuánto durará esta situación, pero cuanto más tiempo tengamos esta oportunidad que nos ofrece la vida, más nos habituaremos al «buen comer» y más se integrará en nuestro día a día. Además, comprobaremos que, curiosamente, comer sano cocinando nuestros propios platos es, en general, más económico que comprarlos hechos.

La comida es y será siempre importante en las emociones, por eso cuando nos encontramos bien, mal, ansiosos, enfadados, eufóricos… comemos, brindamos, nos saciamos o disfrutamos haciéndolo. Los expertos nos avisan que posiblemente con el paso de los días se pueda incrementar nuestra ansiedad, pero si usted está ansioso y se recompensa yendo a la nevera no se está haciendo ningún favor. Si lo hace, al menos consuma alimentos que sabemos que son saludables. Haga compras responsables, evite alimentos precocinados, consuma verduras y frutas -importantísimas para nuestro sistema inmune-, beba con regularidad, salga a la ventana a tomar aire fresco y, si es posible, que le dé la luz del sol. Márquese rutinas diarias de ejercicio, de comunicación, de cocina… Valore lo positivo de la situación que vivimos porque, sin duda, lo hay.