Al recibo de la presente

Ruth Nóvoa de Manuel
Ruth Nóvoa DE REOJO

OPINIÓN

Jesús Hellín

31 mar 2020 . Actualizado a las 19:54 h.

Espero que, al recibo de la presente, esté usted bien de salud». No recuerdo dónde leí por primera vez este encabezamiento postal que siempre he vinculado a las cartas que escribían (o que dictaban) los emigrantes a sus familias. Casi puedo verlos, con una cuartilla rayada apretando el lápiz y los labios con la misma intensidad.

En las últimas semanas mi teléfono (supongo que como los suyos) se ha ocupado de recuperar el espíritu de aquel «al recibo de la presente». «Qué tal todo», «cómo vais», «qué tal en casa», «vosotros bien», «tus padres», «los niños», «tu hermana», «la abuela», «cómo hacéis en el trabajo»... todos interrogantes preocupados resueltos con un «uf» cuando la respuesta es la deseada y ahogados en un «ay» cuando no es la mejor de todas las posibles. En muchos casos, son preguntas lanzadas al entorno próximo, al que supuestamente tenemos muy visto, pero liberadas de la rutina y de la convención social, porque lo único que importa es que los tuyos estén bien.

No hay carta sin despedida. La formal me recuerda a las clases de Lengua Española, cuando nos enseñaban a escribir correspondencia usando expresiones que ni siquiera entendíamos. «Sin otro particular me despido, con grato aprecio y consideración. Esperando verle pronto». En este espíritu entran ahora los «cuídate» (cuando no el «ten cuidado»), el «ánimo», muchos emoticonos de musculito e infinitos «tengo ganas de verte».

Al final esto que estamos viviendo es tan complejo como simple y se resume fácilmente: ojalá estés bien.